La denuncia de Sudáfrica contra Israel
https://www.voltairenet.org/article220277.html
La denuncia de Sudáfrica contra el Estado de Israel no acusa a este último de genocidio sino de permitir que elementos de sus fuerzas de seguridad se entreguen a prácticas genocidas. La denuncia sudafricana se basa en las intenciones públicamente enunciadas por ciertos responsables políticos y militares de Israel, en la observación de las prácticas israelíes que han marcado los últimos 75 años contra el conjunto del pueblo palestino y, finalmente, en el comportamiento del régimen israelí en Gaza.
Sudáfrica presentó una denuncia contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia y solicita que los magistrados impongan medidas cautelares para prevenir un genocidio en Gaza.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) es un órgano diferente a la Corte Penal Internacional (CPI).
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) –también llamada Tribunal Internacional de Justicia o TIJ– es un órgano surgido directamente de las reuniones organizadas por el zar Nicolás II en La Haya, en 1899 y en 1907. Se creó bajo la denominación inicial de Corte Permanente de Justicia Internacional y fue la primera jurisdicción internacional. La Corte Internacional de Justicia adoptó su actual denominación con la creación de la Organización de las Naciones Unidos (ONU) y es su única jurisdicción estatuaria. Su misión consiste en dirimir los diferendos entre los Estados basándose únicamente en el derecho internacional, o sea en los compromisos escritos de cada uno de los Estados.
Existen otras cortes o tribunales internacionales, tan cuestionables como la Corte Penal Internacional. Por ejemplo, el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY), el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR), el Tribunal Penal Internacional para Sierra Leona (TSSL) y las cámaras extraordinarias creadas en el seno de los tribunales camboyanos (CETC). Todas esos órganos aplican la justicia de los vencedores.
Es la primera vez que Israel se ve obligado a responder a una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia, aunque esta última ya tuvo que intervenir en el pasado en un caso que implicaba al Estado hebreo, cuando varios Estados árabes solicitaron la opinión de la CIJ sobre la legalidad del “Muro de Separación” erigido por Israel alrededor de los Territorios Palestinos. En aquel momento, Israel no se presentó en los debates y la CIJ proclamó que la construcción del muro israelí viola el derecho internacional, decisión que no tuvo ninguna repercusión práctica en la situación.
Esta vez, Israel enfrenta una acusación directa: «El recurso concierne amenazas, adoptadas, toleradas, cometidas y en plena aplicación por parte del gobierno y del ejército del Estado de Israel contra el pueblo palestino, una comunidad nacional y racial diferente.» «Los actos y omisiones de Israel que Sudáfrica denuncia tienen un carácter genocida ya que apuntan a provocar la destrucción de una parte substancial del grupo nacional, racial y étnico palestino. Los actos en cuestión incluyen el asesinato de palestinos en Gaza, provocando graves daños corporales y mentales e infligiéndoles condiciones de vida susceptibles de provocar su destrucción física.»
«En dos meses», los ataques militares israelíes «han causado más destrucción que los combates de Alepo en Siria entre 2012 y 2016, que los de Mariupol en Ucrania, o, proporcionalmente, que los bombardeos aliados en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial».
En el momento de la presentación de la denuncia, ya habían muerto en Gaza 21 110 palestinos y al menos 55 243 habían sido heridos. El número de muertos incluía al menos 7 729 niños y 4 700 mujeres. Ya se contaban 1,9 millones de palestinos desplazados –alrededor del 85% de la población de Gaza. Sólo funcionaban parcialmente 13 de los 36 hospitales y no quedaba ningún hospital plenamente operativo en el norte de la franja de Gaza. Las enfermedades contagiosas y epidémicas ya se habían hecho corrientes entre los desplazados. Toda la población de Gaza ya estaba expuesta a un riesgo inminente de hambruna, mientras que la proporción de familias afectadas por la inseguridad en materia de alimentación ya era la más grande que se haya registrado según la «Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria» de la FAO.
Hace años que Israel impone un estricto bloqueo a Gaza, prohibiendo incluso la pesca y dejando entrar en ese territorio sólo la cantidad de alimentos indispensable.
Según la denuncia, Israel está lanzando sobre Gaza bombas «estúpidas» (o sea, no guiadas) así como bombas pesadas, de hasta 900 kilogramos, cuyo radio de acción mortal reconocido es de «hasta 360 metros», artefactos que «causan heridas y daños graves hasta a 800 metros del punto de impacto».
más de 311 médicos, enfermeras y enfermeros y otros miembros del personal de salud, incluyendo, médicos y choferes de ambulancias muertos en el ejercicio de sus funciones; 103 periodistas, o sea más de uno al día y más del 73% del número total de periodistas y profesionales de la prensa muertos en todo el mundo en 2023;
Paralelamente a la campaña militar, Israel ha emprendido una campaña de deshumanización y de tratamiento cruel, inhumano y degradante de los habitantes palestinos de Gaza. Gran número de civiles palestinos, incluyendo adolescentes y niños, han sido detenidos, forzados a desnudarse, y mantenidos así a la intemperie –en pleno invierno y con los ojos vendados– antes de ser conducidos por la fuerza en camiones a lugares desconocidos. Numerosos detenidos palestinos, posteriormente liberados, testimonian haber sido sometidos a torturas y malos tratos, privados de comida, de agua, de techo y sin acceso a instalaciones donde satisfacer sus necesidades fisiológicas. Imágenes de cadáveres mutilados y quemados, así como videos de ataques colgados en las redes sociales por los soldados israelíes y presentados como «contenido exclusivo de la franja de Gaza», han circulado profusamente en Israel a través del canal de Telegram «72 Virgins» sin ningún tipo de censura.
El 1º de diciembre de 2023 –fecha del fin de la tregua de 8 días entre Israel y el Hamas–, Israel comenzó a lanzar volantes donde se exhortaba los palestinos a abandonar las zonas del sur, a las que inicialmente los había intimado a huir. Como declaró el relator especial de la ONU para los derechos humanos de las personas desplazadas en sus propios países, «Israel se echó atrás en las promesas de seguridad que había hecho a quienes obedecieron su orden de evacuar el norte de Gaza hace 2 meses. Hoy han sido nuevamente desplazados a la fuerza, junto a la población del sur de Gaza». Israel publicó además, en internet, un mapa que divide la franja de Gaza en cientos de pequeñas zonas, mapa al parecer destinado a informar sobre las órdenes israelíes de evacuar. Sin embargo, como observa la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, siglas en inglés), «la publicación no precisa hacia dónde debe evacuar la gente».
No es frecuente que los genocidas anuncien sus intenciones. Pero Sudáfrica ha logrado reunir 6 páginas de declaraciones comprobadas de personalidades israelíes. Durante la audiencia preliminar, Israel afirmó que las citaciones presentadas por Sudáfrica no eran más que discursos políticos, pura retórica, y que las personalidades mencionadas no habían tratado de llevar sus palabras a la realidad. Pero los hechos antes mencionados hablan por sí solos.
1) El Estado de Israel suspenderá inmediatamente sus operaciones militares en Gaza y contra Gaza.
2) El Estado de Israel velará por que las unidades militares o grupos armados irregulares que pudiesen ser dirigidos, respaldados o influenciados por él, así como todas las organizaciones y personas susceptibles de hallarse sometidas a su control, a su dirección o bajo su influencia, no adopten medida alguna para continuar las operaciones militares objeto de la medida anterior (1).
3) La República de Sudáfrica y el Estado de Israel tomarán, cada uno, conforme a sus obligaciones en virtud de la Convención para la Prevención y Sanción del Crimen de Genocidio, hacia el pueblo palestino, todas las medidas razonables en su poder para prevenir el genocidio.
4) El Estado de Israel debe, de conformidad con sus obligaciones en virtud de la Convención para la Prevención y Sanción del Crimen de Genocidio, en relación con el pueblo palestino como grupo protegido por la Convención para la Prevención y Sanción del Crimen de Genocidio, abstenerse de cometer cualquier acto que caiga en el campo del artículo II de la Convención.
(…)
8) El Estado de Israel someterá a la Corte un informe sobre las medidas tomadas para dar efecto a la presente orden en el plazo de 1 semana a partir de la fecha de la presente orden, y, posteriormente, a intervalos regulares que la Corte ordenará, hasta que se adopte una decisión. La decisión final sobre el caso será comunicada por el tribunal.
Thierry Meyssan