EL “JUDAÍSMO” ES UNA “RELIGIÓN”,
PERO EN ABSOLUTO CONSTITUYE UN PUEBLO
La palabra pueblo es la palabra utilizada para "Pueblo" o "Aldea", así como para "Gente" (como para Nación, más no necesariamente para Estado, habida cuenta de que los Estados suelen ocupar y, por ende, contener casi siempre a más de un Pueblo, casi siempre contra sus histórica y legítima voluntades), que proviene de la raíz latina populus que significa “pueblo”. Término subyacente en este concepto está la idea de un grupo humano reunido en un espacio y tiempo dados. Asimismo, parece ser que populus derivaría del vocablo protoindoeuropeo y concretamente del lexema etrusco “pelh”, con significado de llenar y de multitud.
Por poner tan solo tres ejemplos de multitudes citaremos las multitudinarias manifestaciones, las cuales a fe que llenaron las calles de muchos Pueblos, tales como lo hicieron y lo hacen el cubano en la Plaza de la Revolución de La Habana, el catalán por la Avenida Diagonal de Barcelona y/o el de l@s hutíes del Yemen por la ciudad de Saná.
Se define “Aldea” para lugares con poca población, o más bien para algunos pueblos pequeños de inmigrantes, tal y como fue el archipiélago próximo a Terranova, donde su actual bandera real, no la impuesta por el ocupante Estado “francés”, porta tanto símbolos heráldicos de Bretaña y Normandía como nuestra amada “ikurriña”, y hablamos de Saint-Pierre et Miquelon, cuya capital Saint-Pierre escasamente llega a los 6.000 habitantes. Más allá de eso, decimos "Pueblo” para lugares con menos de 10.000 (otros estudios lo cuantifican en 2.600 habitantes). Para menos, decimos "pueblito" o, así, pueblo pequeño. Todo lo que supera los 10.000 habitantes o más sería una Ciudad, aunque no sea ese el concepto real (v.g. Frías, de las Siete Merindades de “CyL”, otrora nabarras, es ciudad con tan solo 270 habitantes y, sin embargo, Barakaldo, que pasa de los 100.000 habitantes, no es ciudad sino pueblo o, mejor dicho, “anteiglesia”).
Si nos atenemos a los Libros “Sagrados” monoteístas (“La Torá” -La “Ley”, con los 5 primeros libros, el “Pentateuco”, de “La Biblia” “cristiana” y del “Antiguo Testamento” o “Tanaj”- o “El Talmud” -textos con discusiones rabínicas en general, elaborados entre los siglos III y V d.”C” -, “La Biblia” -escrita a partir del s. IV de nuestra era- y “El Corán” -completado el año 650 d.“C”. por el tercer líder, tras Mahoma y el califa Abu Bakr, es decir, por el califa Uthman-), hablamos de grupo humano de predominio “religioso” que forma una “Comunidad”, empero no un Pueblo, y por tener algo en común, tal y como puede ser la religión, mas no casi todo en común (que si raza y/o etnia, que si historia y/o cultura, que si usos y/o costumbres, que si idioma y/o idiosincrasia social y hasta política), como sí que lo tiene un Pueblo. Porque haber y tener es a ser y estar -ésto resulta Palestina para l@s palestin@s-, como, y por el contrario, detentar es a usurpar, a arrogarse, a atribuirse, a apoderarse, a apropiarse y a retener -en el caso antedicho, que será el que predomine en este texto, como resultado de una ideología protonazi, tal y como lo es la sionista para l@s verdader@s antisemitas, cuales son l@s “israelíes” ocupantes de Palestina-. Queda claro así que tener y detentar, al fin y a la postre, resultan antónimos. Palestina es el Pueblo e “Israel” es el Ente sionista que de forma terrorista y genocida lo ocupa, siendo por ello un verdadero antipueblo.
El lexema o raíz puede ser puebl- o pobl-, dependiendo de cuál sea la derivación. Añadiendo morfemas, se pueden formar palabras derivadas, tales como por ejemplo pueblo + el prefijo “des-” + el sufijo “-ar” = despoblar, o como población, poblador/a, pueblerino/a, etc, etc, etc.. Así pues, Pueblo resulta ser el conjunto de personas de un Lugar, Región, País o Nación, que no de un Estado, el cual desemancipa a los Pueblos que detenta contra el inalienable Derecho de Autodeterminación de éstos.
Tribu es una forma de organización política. Clan es una forma de organización de parentesco. Un Pueblo, y por veces coincidiendo con Etnia, es más como una forma de organización cultural, empero no de organización, y por metafísica, anti cultural “religiosa”, la cual siempre se acaba introduciendo con embudo, ergo a la fuerza y contra la racional resistencia, en lo consuetudinario, digo en el acervo cultural de los Pueblos idiotizados, ergo despaganizados -monoteistizados en general y abrahamizados en particular-, mas no desde la noche de los tiempos, sino desde hace escasamente 3.600 años, antes del “Nuevo Reino” de Egipto (del 1.570 a.”C”. al 1.069 a.”C”., con Akenatón -literalmente “el resplandor del sol”-, previamente llamado Amenhotep y/o Amenofis IV, de por medio, cuyo reinado duró del 1.353 al 1.336 a.“C”, durante el que estableció como única “deidad” de Egipto a “Atón” -”Todo” o “Completo” en el antiguo idioma egipcio-) con “Amón”-”Ra”, “Dios” del sol y del aire; siendo “Amón” el antiguo patrón de Tebas y miembro de la Ogdóada, que con “Amonet” representaba la “energía creadora”; casi en paralelo, digo sincrónicamente, con lo que se dio en llamar “judaísmo”. Ejemplo paradigmático más reciente de Organización religiosa es, tras hacer al “cristianismo” religión del Imperio Romano por parte de Teodosio I, “Teodosio I el Grande” durante la segunda parte del s. IV d.”C”. (previamente digamos que la había tolerado Constantino I, “Constantino I el Grande”), el de la “Iglesia católica”, cuyo nombre no tiene nada que ver con asamblea y/o asamblearismo y cuyo apellido tampoco con universal y/o universalismo, respectivamente. Así pues, los tres términos (tribu, clan , pueblo/etnia) realmente pertenecen a tres sistemas diferentes de organización de personas.
L@s hebre@s o, si se prefiere, l@s israelitas, que en absoluto “israelíes”, fueron un pueblo semita; pero, fundamentalmente nómada. L@s semitas fueron principalmente los fenici@s (particularmente de Líbano), l@s canane@s (de Canaán) y l@s filiste@s (como l@s palestin@s del “Antiguo Testamento”), l@s asiri@s (particularmente de Siria) y l@s babiloni@s (particularmente de Iraq), l@s acadi@s (Imperio creado por el “rey” “Sargón el Grande”, que presuntamente reinó del 2.334 al 2.279 a.“C”, durando aquél hasta el 2.218 a.“C”.) y l@s arame@s (“reinos” presuntamente surgidos en torno al año 1.000 a.“C”. y por lo que fue la antigua Gran Siria Palestina), así como finalmente l@s árabes. Léase l@s que durante incluso más de 11.000 años viene conformando la más reciente Gran Siria Palestina (incluyendo, amén de la Palestina entregada al genocidio el 14 de mayo de 1.948 por “U.K.”, al Líbano robado a Siria por “La France” y a la satrapía hachemita de “Jordania” robada a Palestina, a Siria, así como a parte de Iraq y, por supuesto, conteniendo también a los presuntamente antiguos “Reino de Judá” en “Judea” por el sur y al “Reino de Israel” en “Samaria” al norte de aquél). Estos dos último presuntos “reinos” dizque fueron fundados, digo divididos del primitivo “Reino Unido de Israel" tras la muerte del mítico “Salomón” (hijo del también mítico “David”, y tercer y último rey del antiguo “Reino Unido de Israel -creado por el año 830 a.”C”., tal como aparece en el “Primer Libro de los Reyes”, 1-11, y en el “Segundo Libro de las Crónicas”, 1-9) el año 931 a.“C”.; por otra parte, “Salomón” también fue tomado como “profeta” por el “islamismo” del “Dios” “Allah” y por el “moderno” “rastafarismo” -creado en Jamaica a principios del s. XX de nuestra era-, con su “Dios” “Jah” y con su también creencia en la “Santísima Trinidad”, así como en su “Dios” terrenal el sátrapa de Haile Selassie I de Etiopía) el año 931 a. “C”. En este momento podríamos preguntarnos acerca de cuál fue primero el huevo o la gallina. Naturalmente, afirmo tanto que la gallina precede al huevo como, por el contrario, los “huevos” árabes preceden a las “gallinas”, esta vez “cluecas”, habida cuenta de que, de facto, incuban hasta los huevos de la serpiente sionista, la que finalmente, amén de a los “gallos” (haberlos, haylos), acabará engullendo a todas las “gallinas”...
Versiones interesadas, ergo sionistas, dicen que los israelitas (o hebre@s, pero en absoluto “israelíes”) fueron llevados al exilio del “Reino de Israel” (con 10 de las presuntas tribus del anterior “Reino Unido de Israel”) durante el s. VIII a.C., y del “Reino de Judá” (con las otras dos presuntas tribus del anterior “Reino Unido de Israel”, que contaba con 12 tribus en total) durante el siglo VI a. (tras 2 y 4 siglos después de sus respectivas y presuntas fundaciones en común como el “Reino Unido de Israel” por el año 830 a.“C”.). Lo cual entra en contradicción con el carácter nómada que tenían. Pero, todo vale para extender su “persecución” más allá de la habida y tenida como ejemplo paradigmático de l@s sefardíes en la península ibérica, sobre todo a partir de finales del s. XV d.”C”, pretendiendo que también lo fueron incluso desde unos 10.000 años antes de su fundación por l@s proto-palestin@s y, por extensión, por tod@s l@s árabes y particularmente por l@s palestin@s, l@s cuales, sin embargo, siempre acogieron a l@s de profesión religiosa “judaica” (sic). Aquí, y siguiendo con los refranes, bien podríamos quedarnos con el que dice aquello de “El/la que se fue a Sevilla, perdió su silla”, y hablamos desde el presunto “éxodo” de hace camino de 2.800 años desde “Samaria” y de 2.600 años desde “Judea”.
¿Nos podemos imaginar que todos los pueblos nómadas procedentes del Sur de África (por los hallazgos en la provincia de Gauteng, al noreste de Johannesburgo) desde hace unos 200.000 años, del Este de África en general y del Este de Etiopía en particular desde hace al menos 230.000 años o incluso, y como hallazgo arqueológico más reciente, los procedentes del Norte de África desde hace 1,9-2,4 millones de años, repito que todos nos desplazásemos a esos territorios continentales y que los colonizáramos a la vez que cometiéramos genocidio y hasta exterminásemos con y a sus poblaciones autóctonas de por milenios? Pues, no es una profecía y menos un amago o amenaza, habida cuenta de que salvo la Europa eslava, los “principados” de Liechtenstein y de Mónaco, la república de San Marino y el “coprincipado” de Andorra (véase que no cito al teoplutócrata Estado de “Ciudad del Vaticano”, el que atesora la mayor reserva de lingotes de oro del planeta Tierra, siempre bendecidor de imperios y de sus consiguientes colonizaciones), léase toda Europa occidental ha practicado el genocidio, con sus correspondientes “Nakba” y “Naksa”, por toda África? Especial mención cabe hacer de l@s 15 millones de congoleñ@s asesinad@s por el “Reino de “Bélgica” y el malnacido “Leopoldo II” (del 9 de abril de 1.835 hasta el 17 de diciembre de 1.909, reinando y ejerciendo de genocida desde el año 1.865).
Para el mundo “moderno”, sin embargo, la “cuna de la civilización moderna” se halla en Mesopotamia, es decir, entre los ríos Eúfrates y Tigris, a donde, obviamente, llegó el homo sapiens desde África. ¿Será por ésto por lo que esa encrucijada tricontinental (con Asia occidental como cuña geográfica entre África y Europa, digo Eurasia) resulta tan apetitosa que para devorarla haya que hacerlo primero con sus légítimos habitantes desde hace nunca menos de 11.000 años, ergo con l@s palestin@s?
El pueblo israelita, que en absoluto “judío”, se considera descendiente de “Judá”, hijo de “Jacob” (a éste, la mitología dice que “Dios” le cambió el nombre por el de “Israel”), a su vez hijo de “Isaac”, quien era hijo de “Abraham”. Este presunto patriarca es también el tronco común de todos los pueblos también semitas, a día de hoy árabes en general y palestino en particular, de donde nacen las tres religiones monoteístas (“judaísmo”, “cristianismo” e “islamismo”. “Ismael" (“Ismail” en árabe) es considerado como el antepasado “bíblico” de los árabes, siendo considerado como el primer hijo de “Abraham” con la esclava “Agar”, 13 años antes de engendrar a “Isaac” con su esposa “Sara”. Vemos cómo incluso podríamos decir que quien originó al mundo árabe precedió en dos generaciones más trece años al que se supone generó al pueblo israelita (repito una vez más que en absoluto “israelí”, invento austro-húngaro, asentado por el Imperio “británico” y con las bendiciones de la Alemania nazi, para crear el “Ente sionista”, el actualmente auto denominado Estado de “Israel” el 14 de mayo de 1.948).
El término “judío”, que abarca tanto aspectos religiosos como prácticas sociales, culturales y hasta lingüísticas, se refiere tanto a quienes son descendientes de antiguos israelitas (a día de hoy, si acaso, l@s minoritari@s mizrajíes) como a quienes se han convertido al “judaísmo”, el cual, si olvidamos la época de l@s faraones/as, y particularmente con Atón y Amón-Ra, es la religión monoteísta más antigua; no obstante, no constituye per se el antidialectica y antihistóricamente mal llamado “Pueblo judío”.
Los principales grupos dentro del mal llamado “pueblo judío” moderno son tres: l@s asquenazís, cuya lengua típica es el yidis, l@s sefardíes, cuya lengua típica es el ladino y, aunque en menor medida, digo en muchísimo menor número, l@s mizrajíes, cuya lengua típica es en muchas ocasiones el mismo árabe.
Lo que está claro es que l@s semitas, que llevan camino de 11.000 años asentad@s en el Oriente Próximo también conocido como el Levante, son l@s fenici@s, particularmente del actual Líbano (parte robada a la Gran Siria por el Imperio “francés”), l@s canane@s de Canaán y fundamentalmente toda la hoy reivindicada Palestina, la cual incluía parte de los Estados creados igualmente por el imperialismo ladrón, tal y como es el caso de “Jordania”, l@s acadi@s y l@s arame@s, así como l@s asiri@s (particularmente de Siria) l@s babiloni@s (particularmente de Iraq) e incluso algunos territorios colindantes más, todos ell@s conformantes de la hasta hace no muchos siglos Gran Siria Palestina (ésta, según el “Nuevo Testamento” en el año 193 d.”C”. se dividió en Siria y Fenicia), por supuesto, sin rastro alguno del antiguo “Reino Unido de Israel”, que si acaso de algun@s israelitas (insisto en que, si acaso mizrajíes araboparlantes), también semitas.
L@s hebre@s, fuera aparte de la mitología del “Antiguo Testamento”, como nómadas, iban y venían de la región arriba descrita, de donde no fueron “expulsad@s”, sino de donde, si acaso, digamos que se auto exiliaron por nómadas.
Antes de la fatídica declaración de Balfour de 1917, ya había existido otro plan conspiratorio contra el mundo árabe que se deduce del deseo de varios países europeos bien manifiesto en el Informe Campbell-Bannerman de 1907.
En 1907, el británico Henry Campbell-Bannerman formó un comité de algunos eruditos famosos de “Gran Bretaña”, “Francia”, “Bélgica”, Holanda, Portugal, “España” e “Italia”, un comité especializado en la historia, en la geografía, en la economía, en el petróleo, en la agricultura y en el colonialismo, y para estudiar las posibles maneras de asegurar la prolongación de los intereses colonialistas europeos fuera de su territorio. Empezó sus instrucciones a los miembros del comité diciendo: “los imperios crecen en el poder y en cierta medida amplían su territorio y luego comienzan gradualmente a desintegrarse hacia el colapso” (otro “profeta”...). A los Estados arriba citados les pidieron que encontraran una manera de retrasar la suerte del colonialismo europeo que había alcanzado su punto máximo en ese momento, precisamente cuando el sol aún nunca se ponía sobre el Imperio “británico”.
Después de estudiar la creación y la caída de los imperios antiguos, y las condiciones existentes a principios del siglo XX, el comité arriba citado elaboró sus propuestas en un informe, que concluyó con una declaración en la que decía que “los peligros que enfrentan los imperios colonialistas están en la tierra árabe siempre y cuando estén liberados, unidos y mantengan su anhelo de progreso”. Por lo que recomendó a los arriba citados siete poderes coloniales para “conservar el statu quo que prevalecía hasta principios de siglo, mantener dividida la región y retrasar su progreso y hacer que su gente siguiese inmersa en su situación reinante: sumisa en la desunión y en la ignorancia”. Así mismo, el maldito comité, digo el comité de maldit@s imperialistas recomendó implantar disputas étnico-sectarias continuamente. Aquel “Informe”, tras 41 años, resultó “edificante” de y para “Israel”, empero, particularmente demoledor para Palestina desde el 14 de mayo de 1.948
El repetido informe también incitó a la lucha contra todo tipo de unidad del pueblo de la nación árabe, ya fuera intelectual, religiosa o histórica, y a tomar las medidas prácticas para dividir a los habitantes de la región. Para asegurar esos objetivos recurrió a crear una sólida barrera para separar sus componentes (los países del norte de África de los países asiáticos, mediante el establecimiento de una base de procedencia exterior y de gran eficacia para romper el puente de territorio que conectaba a Asia con África, lo que al mismo tiempo les conectaba con el Mar Mediterráneo, y refiriéndose al Canal de Suez. Decía que “Esta barrera no es más que la entidad poderosa afín al colonialismo occidental, un estado perturbador poblado por una fuerte presencia extranjera que debe ser hostil hacia sus vecinos. Al fin y al cabo sería la creación de un Estado peculiar incompatible con las naciones de la región y por las razones que se mencionan arriba, sería un enclave imperialista colonialista amigo de los países europeos y de sus intereses”. Según uno de los colonialistas, digo “especialistas” convocados para estudiar la propuesta del primer ministro “británico”, el “señor” Side Potam, decidió que “no había mejor elección que los judíos para llevar a cabo la tarea colonialista”. Todo ello nos permite afirmar sin duda alguna que todas las argumentaciones que se utilizaron para justificar la implantación de ese Estado colonial de Israel, no son sino justificaciones espurias (por ficticias y falsas o por ilegítimas y bastardas) que carecen de total validez, ya que analizadas las falsas razones que alegan los sionistas para defender su entidad bajo el título “Israel”, suponen una gran mentira y una verdadera estafa a la Historia y, por ende, a toda la humanidad.
Por Historia y raíces en la región en toda Palestina la tienen desde hace más de 11.000 años para acá l@s canane@s, l@s asiri@s y babiloni@s, l@s fenici@s y l@s filiste@s, l@s árabes e incluso l@s armeni@s acogid@s del exterminio otomano o “turco” (iniciado el 24 de abril de 1.915, el cual duró hasta bien entrado el año 1.923, ergo siendo consentido por los Estados “aliados” de entonces tras 5 años de haber ganado la I Guerra Mundial a los Imperios alemán y otomano, convirtiéndose, incluso durante la antedicha guerra, como único objetivo para aquéll@s, también para el de no precisamente poc@s ucranian@s, y desde el 25 de octubre de 1.917, el de acabar con la recientemente instaurada URSS). En absoluto l@s inventad@s “israelíes”, que si acaso algun@s israelitas no procedentes del nomadismo de este pueblo antiguo (una vez más dicho, si acaso, l@s mizrajíes). Por idioma y cultura son de toda Palestina el idioma y la cultura árabes. Por lucha sociopolítica, la cual ha conllevado incluso a la persecución y al exilio forzado desde siglos e incluso milenios antes de la “Nakba” de 1.948 y de la “Naksa” de 1.967, corresponde al pueblo palestino la titularidad de toda Palestina.
Sí histórica y culturalmente el pueblo palestino resulta un pueblo homogéneo, el invasor y usurpador “Ente sionista” ni histórica ni culturalmente componen una entidad nacional. Si étnicamente todo el llamado “Levante” o la “Gran Siria Palestina” tienen un origen común, no sucede lo mismo con las etnias que sumadas artificialmente, digo debido a la entelequia religiosa “judaica” promovida ésta por el emporio bancario-financista del sionismo, componen todo menos un pueblo semita, sino que resultan ser el sumatorio de gal@s y visigod@s (ocupantes de Euskal Herria), escandinavos y anglosajones, ari@s y eslav@s, otoman@s y bereberes, así como latinoamerican@s, particularmente argentin@s (no es casualidad que fuera este territorio el primero barajado para el asentamiento “judaico” sionista tras la II Guerra Mundial -otros fueron Ruanda, Madagascar y hasta la Siberia rusa-, como tampoco lo es que much@s nazis se refugiaron en dicho Estado sudamericano, el cual, dicho sea de paso, compuso la comunidad askenazi-sionista de Buenos Aires desde el año 1.935 al año 1.949 -a este respecto, conviene recordar la íntima relación entre el sionismo creado por el austro-húngaro Theodor Herzl y el nazismo-; siendo l@s askenazis originarios del Centro al Este de Europa, l@s sefardíes del Centro al Oeste de Europa y hasta el Norte de África y la minoría de mizrajíes desde el Norte de África al Oriente Próximo, con raíces bereberes y árabes. A est@s últim@s sí que se les puede denominar como semitas. Generalizando -en todo hay excepciones-, bien se puede decir que tanto l@s nazis como l@s sionistas fueron y son l@s verdader@s antisemitas.
Pero, como esto resulta aún más serio de lo pueda parecer, no lo deberemos dejar para chanza, burla o befa algunas, y precisamente por éso mismo, con carácter burlesco, aunque dé motivo a la guasa a “mis” lectores/as, y, sin embargo, bien en serio, cual oxímoron, diré lo siguiente:
Como no existen los “pueblos” “amarillo”, “negro”, “blanco”, “rojo” o “aceitunado” por el color de la piel; como no existen los “pueblos” “femenino”, “masculino” y/o hasta “LGTBIQ+” por cuestión de la opción sexual; como no existen los “pueblos” “ate@s” o “creyentes”, digo crédulos en las diversas entelequias “divinas”, digo en el monoteísmo -a no confundir la religión con la religiosidad, ergo el monoteísmo con el politeísmo pagano primitivo, carente absolutamente de rasgo empírico-científico alguno el primero, más no el último y por más antiguo que, de facto, resulta- y por contraposición entre la Ciencia y la metafísica; como no existen los “pueblos” “futboleros”, “baloncesteros”, “beisboleros”, “ciclisteros” en cuanto a la hipótesis nula acerca de la división humana entre los distintos “pueblos” digamos que “deportiver@s”; como no existen los “pueblos “reguetoneros” o “raperos”, “poperos” o “rockeros” por cuestión de musicalidades, armonías y melodías; como no existen los “pueblos” “pintores”, “escultores” o “arquitectores”, habida cuenta de que la destrucción ajena y la final autodestrucción no suponen arte sino desastre (el arte no tiene antónimo ni en lo blanco, ni en el vacío, ni en el silencio); como no existen los “pueblos” “negros”, “castaños”, “pelirrojos”, “rubios”, “albinos” o “canosos”, sin olvidarme de los “alopécicos” o “calvos”, y por cuestión del cabello y/o por la carencia del mismo; como no existen los “pueblos” “ortovisionarios” (no hablamos necesariamente de los comandados por OrtoVisionarios oportunistas, clientelistas y corruptos disfrazad@s como llegó a decir Ángel Ridríguez Pineda el 3 de septiembre de 2.017 acerca de Gustavo Francisco Petro Urrego, quien tras ser alcalde de Bogotá en el período 2.012-2.015 -del 1 de diciembre de 2.012 al 1 de enero de 2.016-, ocupó la presidencia de Colombia el 7 de agosto de 2.022, el cual, estando “verde” se pretendió pasar por “rojo”), por “daltónicos” (los que confunden el verde con el rojo o viceversa) y hasta por “ciegos” o daltónicos completos (por no ver nada o por no ver color alguno, respectivamente); como no existen los “pueblos”..., TAMPOCO EXISTE EL “PUEBLO” “JUDÍO”.
EZ, EZ DAGO “HERRI JUDURIK”!
(¡No, no existe el “pueblo judío”!)
EUFRATES IBAITIK MEDITERRANEO ITSASORAINO, HERRI BAKARRA DAGO, PALESTINA ENDEKAMILENARRARENA..
(Desde el río Eúfrates hasta el mar Mediterráneo tan solo hay un Pueblo, el de la endecamilenaria Palestina)
PALESTINATIK KANPO SIONISTEN ATZAPAR ANTISEMITAK!
(¡Fuera de Palestina las zarpas antisemitas por sionistas!)
GORA SIONISTARIK GABEKO PALESTINA BAT!
(¡Por una Palestina libre de sionistas!)
SUNTSITU DEZAGUN “ISRAEL”!
(¡Destruyamos “Israel”!)
Estilete