UN PELDAÑO MÁS EN LA ESCALADA HACIA LA FASE EXTREMA DE LA GUERRA GLOBAL TOTAL

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UN PELDAÑO MÁS EN LA ESCALADA HACIA LA FASE EXTREMA DE LA GUERRA GLOBAL TOTAL, LA DERROTA DEL IMPERIALISMO Y EL DERRUMBE DEL CAPITALISMO

1.- El marco de este análisis es la teoría de MARX sobre la ley de acumulación y del derrumbe del sistema capitalista, reconstruida hace casi 100 años por Henryk Grossmann, y la teoría de LENIN sobre el Imperialismo como fase suprema y última del Capitalismo.

2.- La aplastante victoria de Donald Trump en las elecciones de los USA confirma que, ante la crisis general del Capitalismo, la oligarquía imperialista, polarizada entre el globalismo y el nacionalismo, apuesta por el enfrentamiento total con el Frente Multipolar y por la victoria absoluta contra las Naciones del Sur Global y los Pueblos Trabajadores de todo el planeta.

3.- El Imperialismo no tiene otra opción: el Capitalismo se acerca a su colapso y derrumbe por dos factores entrelazados dialécticamente en una espiral infernal: la baja tendencial de la tasa de ganancia, analizada hace más de 150 años en los tres tomos de DAS KAPITAL por MARX, y los límites físicos, geológicos,  climáticos y ecológicos de la acumulación capitalista a nivel planetario.

4.- La única posibilidad para iniciar un nuevo ciclo de acumulación del Capital en estas condiciones es la derrota total y absoluta del Frente Multipolar y de los BRICS+, y la destrucción radical de sus sistemas políticos estatales. Es decir, el sometimiento y la subordinación sin límites de Rusia, China e Irán, y el resto de formaciones sociales estatales del Frente Multipolar: Corea, Cuba, Argelia, Venezuela, Siria, Yemen, Nicaragua, Líbano, Palestina, etc... Esto acarrearía la docilidad y sumisión al Imperialismo de los estados oportunistas de la periferia del sistema: India, Brasil, Turquía, Sudáfrica, Indonesia, México, etc...

5.- Esta derrota del Frente Multipolar permitiría al Imperialismo acceder libremente a los inmensos recursos naturales y humanos de la periferia y semiperiferia del sistema capitalista mundial, aumentando la tasa de explotación del Proletariado  y de la Naturaleza a límites insospechados de esclavitud asalariada y ecocidio. Esto permitiría elevar la tasa de ganancia durante un tiempo limitado, y abrir provisionalmente un nuevo ciclo de acumulación del Capital, hasta el estallido de otra crisis más profunda aún.

6.- Es la lucha de clases, como siempre, la que va a decidir el destino de la Humanidad: REVOLUCIÓN O EXTINCIÓN.

La victoria del Imperialismo debe ser militar, y debe ser total, lo que indica claramente que la escalada llegará a su fase nuclear. El Imperialismo debe imperativamente derrotar a Rusia en Ucrania y en toda Europa Oriental; al Eje de la Resistencia Antisionista en Palestina, Líbano, Siria, Yemen, Irak e Irán; y a China en Taiwan, Corea y el resto de sus periferias (Tíbet, Xinjiang, etc...)

           7.- Para llevar adelante esta nueva fase más aguda y radical de la Guerra Global Total iniciada unilateralmente por el Imperialismo anglo-yanki-sionista el 11 de septiembre de 2001, la oligarquía imperialista mundial debe neutralizar la lucha de clases en el centro del sistema capitalista. Esto explica el ascenso del Fascismo en todo el mundo, especialmente en Europa, y la victoria electoral de Trump en USA. Se trata de un Fascismo de nuevo tipo, un Fascismo del siglo XXI, adaptado al funcionamiento parlamentario y al multipartidismo. Un Fascismo más eficaz y letal que el del siglo XX ya que absorbe en su seno al cadáver putrefacto de la socialdemocracia imperialista, en todas sus innumerables variantes y disfraces.

8.- El cerebro estratégico de la Guerra Global Total es el Poder Sionista, cuyo centro está en los USA, y cuya colonia en Palestina es el vórtice de todas las contradicciones de la lucha,de clases a nivel mundial. Es por ello que el genocidio y exterminio del Pueblo Trabajador Palestino es el campo de batalla en torno al cual se van a articular los diferentes conflictos de clase del planeta. En torno a Palestina cristalizarán todas las contradicciones.

Esto va a suceder en los próximos meses de una forma más brutal aún, y hay que prepararse para ello.

9.- La victoria de Donald Trump es un espaldarazo decisivo para Netanyahu y el sector apocalíptico y pseudomesiánico del colonialismo sionista en Palestina. Irán y el Eje de la Resistencia Antisionista son, aparentemente, el eslabón más débil del Frente Multipolar Antiimperialista, y el que requiere de una más que urgente victoria total. Es ahí donde el Imperialismo va a descargar toda su furia y todo su poderío. Tanto Rusia como China saben que una derrota total del Eje de la Resistencia Antisionista les debilitaría enormemente, y que ellas serían las siguientes en la lista de destrucción sistemática de cualquier oposición al Imperialismo.

10.- La tarea de los revolucionarios y revolucionarias es seguir el ejemplo de Palestina y el consejo del CHE: "crear uno, dos, tres, muchos Vietnam".

          Esto, en el caso de Occidente, requiere la (re)construcción de Partidos Comunistas Revolucionarios Combatientes, bolcheviques y marxistas-leninistas, que puedan enfrentarse al Imperialismo en todos los terrenos de lucha, y colaborar en su derrota. A la luz de este análisis se pueden comprender mejor las tres consignas leninistas para el siglo XXI:

 

¡RECONSTRUIR LA PRAXIS COMUNISTA REVOLUCIONARIA!

 

¡REFUNDAR LA III INTERNACIONAL!

 

¡TRANSFORMAR LA CRISIS CAPITALISTA Y

LA GUERRA IMPERIALISTA EN REVOLUCIÓN SOCIALISTA!

 

Y a su vez, a la luz de estas inmensas tareas se puede entender la crucial y vital importancia de la CONFLUENCIA COMUNISTA.

 

¡Ánimo, a organizarse y a pelear!

 

Mikel Erro

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