ANTE LA TAREA DEL RELATO
Ha pasado ya bastante tiempo desde que nos encontramos incluidos, en contra de nuestra voluntad, en ese Grupo Convivencial establecido y dominado por los vecinos del último piso de nuestro edificio, tanto que hasta casi nos hemos acostumbrados a oír cómo en nuestro propio entorno se habla con naturalidad del “Grupo”, como si se tratase de una entidad natural a la que perteneciéramos desde siempre o hacia la que nuestro destino en lo universal nos empujase. Es frecuente oír expresiones como “aquí en el Grupo” o “en nuestra casa y en el resto del Grupo”, que contribuyen a deteriorar el sentido identitario de nuestra vivienda.
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NOTA.- Este escrito es de hace casi 6 años, del 24-11-2018. Nuestro hijo pequeño, el que se enfrentó a los de arriba, fue denunciado por éstos y el juez, miembro de su familia, le envió a prisión, donde continúa. Los hijos partidarios de centrarse en la gestión, siguen con lo mismo e incluso compiten con los que antaño animaban al hijo pequeño, el que ahora está en prisión (le han traído a una cárcel cercana, para que le podamos visitar), pues ahora acuden también a las reuniones que los de arriba organizan periódicamente en su casa y le han ayudado a modificar su Ley Mordaza.
Begirale