ARNALDO, EN EL PAIS DE LOS ESPACIOS INTERMEDIOS
Me atrevo a pedirle disculpas a Charles Lutwidg Dodgson por utilizar su conocido escenario literario, aquel de “Alicia en el País de las Maravillas” que publicó en 1865 bajo el pseudónimo de Lewis Carroll. Pretendía ofrecer un reflejo de la sociedad victoriana que conoció, principalmente con los personajes de la historia y sus relaciones de poder.
La situación actual de nuestro País también podría parecer un cuento de hadas, con la participación de los unos en las celebraciones luctuosas de los otros, la confraternización con las víctimas del otro lado, las conversiones aceptadas de presos políticos en comunes, las campañas sobre el uso multicolor de txapelas, las propuestas fantásticas sobre nuevos estatus incumplidos y ahora, los espacios intermedios como camino a la independencia.
El personaje principal de esta nueva historia fantástica que propongo, afirmaba recientemente:
“No se puede alcanzar la independencia sin pasar por los espacios intermedios, como son, que nuestra formación alcance el poder”.
Pero esa afirmación es falsa, porque más de veinte Países se independizaron mediante la celebración de un Referéndum tras la Segunda Guerra Mundial y entraron a formar parte de la ONU. Sin espacios intermedios: Referéndum. En cambio, los países colonizados por España, como ésta no aceptaba Referéndums, tuvieron que recurrir a la lucha armada, tales como Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Colombia, México, América Central, Paraguay, Uruguay y Florida, en América, en el siglo XIX y otros, como Filipinas, en otros continentes. ¿Espacios intermedios? Lucharon, sin más. Y lo consiguieron.
En realidad, el personaje Arnaldo, con su propuesta de espacios intermedios, lo que está haciendo es enviar un tranquilizador mensaje a los actuales gobernantes de España, que podría traducirse como:
“No se preocupe usted, Sr. Sánchez, que nosotros no le vamos a dar quebraderos de cabeza como esos locos de catalanes que, no satisfechos con exigirles la amnistía para sus luchadores ( cosa que habrá comprobado ni se nos ha pasado por la cabeza a nosotros, pues los presos pueden cumplir ahora sus treinta años de condena en nuestras cárceles autonómicas, cerca de sus parientes), ahora se atreven, envalentonados, a reclamarle un Referéndum de Autodeterminación “a la escocesa”, que según ellos, encajaría en su sacrosanta Constitución, Art. 92.
No le vamos a poner en un aprieto exigiéndole, reclamándole, ni siquiera planteándole reivindicaciones que sabemos que no son de su agrado. Seguirá contando con nosotros como colaboracionistas (mejor pongo colaboradores), en Madrid, para ayudarle a pelear contra esa extrema derecha que no le deja respirar. Incluso nos planteamos llegar a gobernar aquí, en nuestra Autonomía, con el PNV, en buena armonía y convivencia, negociando amablemente con ustedes competencias, capacidades para gestionar desde aquí, desde casa, las líneas maestras que como leyes básicas establezcan en Madrid”.
La prensa local remarca también estos días los posicionamientos de su formación política, en estos términos:
“EHBILDU reivindica la independencia “sin ansia” ni “prisa” en el marco del Aberri Eguna”
Hace falta poca vergüenza ética y política (deberían ir siempre juntas) para hacer esa afirmación, cuando a nuestra nación comenzaron a arrebatarle trozos de su territorio y de su libertad ya al filo del año 1200. ¿No hay prisa para ser libre o ansiar la independencia, que es lo mismo? ¿Qué clase de personas, de compatriotas, pueden expresarse así sin sonrojarse?
No importa que ese PSOE que gobierna desde Madrid tenga en sus manos la aplicación del 155, la policía, el ejército. Lo importante es parar a la ultraderecha, aunque solo tenga cuatro parlamentarios en la Euskadi peninsular. No me extraña que, según los últimos sondeos, el apoyo a la independencia haya caído entre los votantes de EHBILDU consultados.
Pero volvamos al cuento fantástico original, haciendo hincapié en los personajes más importantes, cuales son:
Alicia, con su protagonismo y sus cambios de tamaño a conveniencia
El Sombrerero, diseñando gorros y sombreros
La Reina de Corazones, cortando cabezas a doquier
El Gato de Cheshire, con su eterna sonrisa y su pelo ahuecado
La Oruga Azul, sentada sobre una seta y dando consejos
El Conejo Blanco, apresurado, mirando continuamente el reloj
La Liebre de Marzo, en plena época de celo
La Falsa Tortuga, sollozante, con cabeza y patas de novillo
La Duquesa, Los Lacayos, El Ratón, El Lirón, el Cerdo, el Búho, el Aguilucho, etc.
No me atrevo a hacer un parangón de los personajes políticos de nuestro escenario actual, en nuestra Baskelandia, con los diferentes personajes del cuento original, pero algunas similitudes no se me resisten:
Arnaldo, cambiando de rumbo a conveniencia, como Alicia cambiaba de tamaño con tal de poder introducirse en los agujeros o alcanzar la mesa a la que no llegaba.
La Oruga Azul y el Sr. Otxandiano, aconsejando al protagonista sobre qué morder para medrar.
El Sombrerero y el Sr. De Andrés con su curiosa propuesta de utilizar txapelas de todos los tamaños y colores, a condición de que no se coloquen a rosca. La Falsa Tortuga y el Sr. Ortuzar, escudándose en su caparazón de presidente del partido mayoritario para insultar a los políticos de la oposición, particularmente los de EHBILDU y para dar una patada política a su amigo de siempre el Sr. Urkullu.
El Conejo Blanco y el Sr. Pradales, con sus prisas para sustituir al Sr. Urkullu en contra de su voluntad, con miedo de llegar tarde o no llegar.
La Liebre de Marzo y la Sra. Gorrotxategi, celosa de otras liebres que ya, más que sumar, restan.
El Gato de Cheshire y el Sr. Andueza, con sus rizos sedosos al viento y su eterna sonrisa, asegurando “Yo niego la mayor”´.
La Reina de Corazones y el Sr. Sánchez, que es el que manda y amenaza con artículos 155 y enviar nuevamente Pikolines llenos de guardias civiles.
La Duquesa y la Sra. García, supeditada al gobierno de la Reina de Corazones.
Pero llega un momento en el País de Alicia, digo de Arnaldo, en que todo el mundo clama por una Transición, un cambio de Gobierno Autonómico triprovincial, y se convocan ELECCIONES. ¿A quién votar? ¿Al Gato, al Conejo, al Sombrerero, a la Liebre, a la Oruga, a la Duquesa…? ¿VOTAR?
Una estruendosa carcajada se extendió por el maravilloso País de Arnaldo. ¿VOTAR? ¡Ja, Ja!
Begirale