DE EX ETARRAS GIPUZKOANOS
Dolores González Catarain, Yoyes, nacida en Ordizia (Gipuzkoa) en 1954, entró a formar parte de ETA en 1971, llegando a ser miembro del Comité Ejecutivo de ETA Militar en 1978 y ocupando el puesto de José Miguel Beñaran, Argala, al frente de la dirección política de ETA, tras ser éste asesinado por el Batallón Vasco Español, uno de los grupos mercenarios de la época de Felipe González.
En 1979 fue detenida y confinada en el Estado francés, regresando después a la dirección de ETA. En 1980 abandonó la Organización y se autoexilió en México, donde estudió Psicología, trasladándose a París en 1984, donde consiguió el estatus de refugiada política. Parece que tenía discrepancias con algunos miembros de la Dirección de ETA, de la que escribió en su diario: “El mito de ETA, la hiedra sangrienta que nos atenaza…”. En 1985 decidió regresar al sur de Euskal Herria, para lo que entró en contacto con el Director de la Seguridad del Estado español, Julián San Cristóbal, con quien terminó las negociaciones en Octubre de ese año y regresó con su marido, Juan José Dorronsoro y con su hijo a Donostia, en Noviembre. Wikipedia asegura que “No ha sido aclarado por qué regresó Yoyes”. Antes de transcurrir un año, en Setiembre de 1986, ETA mató de varios disparos a Yoyes, quien había rechazado la protección policial que se le había ofrecido a pesar de las repetidas acusaciones y pintadas de “traidora” y “chivata”. ETA hizo un comunicado en el que la acusaba de “traidora al Pueblo Vasco”. Desconozco el contenido de esas negociaciones con el Gobierno español que permitieron regresar a casa a la que había sido máxima dirigente de ETA.
---------------
Estos últimos días se han prodigado, en prensa, radio y televisión, los recordatorios de la muerte a manos de ETA, en Julio de 2000, de José Mari Jauregi. Las repetidas declaraciones de su viuda, Maixabel Lasa y de su hija Maria, han tenido gran eco en las pantallas de ETB, repitiendo un protagonismo político y mediático que ha llevado hasta la realización de una película, de título “Maixabel”, galardonada con tres premios Goya, además de un programa en Televisión española titulado “ETA, el final del silencio”.
Juan Mari Jauregi, nacido en Legorreta (Gipuzkoa) en 1951, fue miembro de ETA, desde principio de los setenta, militando en su Sexta Asamblea. Estudió Sociales en la Universidad de Deusto. Detenido y condenado a un año y medio de prisión, no fue sometido a dispersión sino que cumplió su pena en la cárcel de Basauri. Perteneciente al grupo de poli-milis que deseaba dejar la lucha armada, dejó ETA y entró en el Partido Comunista de España, de Santiago Carrillo y en el Sindicato Comisiones Obreras, en los que permaneció desde 1973 hasta 1989. Después abandonó ambas militancias y entró en el PSE-PSOE y más tarde en el PSE-EE-PSOE. Fue concejal en Tolosa y posteriormente, con el apoyo de Margarita Robles, Secretaria de Interior, nombrado por Felipe González, el de los Gal, Gobernador Civil de Gipuzkoa, representante del Estado y con fuertes competencias en materia de seguridad, por lo que fue objetivo de ETA en varias ocasiones. Estuvo en el cargo desde 1994 hasta 1996, año en que el PP ganó, con Aznar, las elecciones estatales y le destituyó, abandonando el País Vasco. No obstante, el propio nuevo Ministerio del Interior hizo que fuera contratado por la empresa Aldeasa, una de las mayores empresas de construcción en España y México, con destino en Canarias. Posteriormente fue nombrado Jefe para Hispanoamérica, con sede en Chile, donde trabajó desde 1997. Desconozco también qué motivó una condena tan corta y en la prisión de Basauri, así como los pormenores de la amistad y colaboración con Margarita Robles, Secretaria de Estado entonces y actual Ministra de Defensa en el Estado español, a que hace referencia ella misma. De igual forma, se me escapan los argumentos que expliquen cómo fue nombrado Gobernador Civil un ciudadano con los antecedentes penales de Juan Mari Jauregi.
En uno de los viajes que hacía para visitar a amigos y familiares, cuando tenía previsto trasladarse a Madrid después del verano como Subdirector del área internacional de Aldeosa, ETA atentó mortalmente contra él en Tolosa. Margarita Robles, muy cercana a él, Secretaria de Estado de Interior y Subsecretaria de Justicia con Felipe González, reivindicando la memoria de su colaborador y amigo, afirmaba: “Juan Mari fue un demócrata muy valiente”. En Julio de 2023, acompañando a viuda e hija en las Juntas Generales de Gipuzkoa, junteros de todos los partidos institucionales, PNV, PSE-PSOE, EHBILDU,PP y ELKARREKIN PODEMOS, además del Alcalde de Tolosa, de EH Bildu, homenajearon a Juan Mari Jauregi. Este mismo año, la hija del ex -Gobernador de Gipuzkoa, declaraba: “Mi padre era muy dialogante. No entendí por qué ETA había matado a mi padre”.
------------
Arnaldo Otegi, otro gipuzkoano, nacido en Elgoibar también en los cincuenta como los dos anteriores, se incorporó a en 1977 a ETA Político- Militar, desde donde pasó a VII Asamblea… VIII Asamblea, al final a los “miliki” (partidarios entonces de la lucha armada) y de allí, en 1984, a ETA Militar. Después fue diputado por HB, en 2001 portavoz de Batasuna hasta 2003 y para salir de la ilegalización impuesta a Batasuna por los tribunales españoles, se puso de acuerdo con la judicatura respecto a los términos, en 2012, de los estatutos de un nuevo partido, SORTU, que garantizaba al Estado español un cambio drástico en estrategia y táctica respecto a los de la primitiva Izquierda Abertzale y sobre todo respecto a ETA, de la que llegó a afirmar que “sobra y estorba”. Este brusco “cambio de rumbo del trasatlántico de la Izquierda Abertzale”, como decía este político, tuvo su premio con la legalización del nuevo Partido en 2012, un año después de obtenerla para la nueva Coalición EH BILDU, de la que actualmente es Coordinador General. Por cierto, que también Otegi estudió, en su caso desde prisión, Filosofía.
Durante años, desde 2001 a 2006, se reunió en secreto con dirigentes del PSE y del PSOE, a espaldas de su Organización (“Empecé las reuniones por mi cuenta, sin informar a mi Partido, porque si lo dices no empiezas”, confiesa el propio Otegi). En un vídeo que podemos ver en Internet bajo el título de “TXILLARRE, EL INICIO DEL FINAL”, elaborado por el Diario Vasco bajo el patrocinio de Laboral Kutxa, podemos informarnos con más detalle. Comienza con: “Otegi y Egiguren continúan reuniéndose en el caserío de Elgoibar en el que negociaron durante años el cierre de ETA”. En épocas más recientes ofreció “sus más sinceras disculpas a las víctimas de ETA, sintiendo de corazón si les había añadido algún ápice de dolor, sufrimiento o humillación”. También se manifestó a favor del desarme y disolución de ETA, cosas ambas que consiguió, tras el montaje de la “Conferencia de Paz” en Ayete. En 2004 propuso un “cambio de rumbo” en el mitin de Anoeta, del que aseguró estaba informado el PSOE e incluso que “había sido valorado” por el presidente del Gobierno. Bajo el lema “Ahora el Pueblo y la Paz”, propuso “afrontar un proceso de superación del conflicto político y armado”, “sacar el conflicto político de las calles” y abandonar la confrontación.
Aseguró desde el atril, que “si movemos todos ficha, el proceso de paz está plenamente garantizado”, manifestando que “Hacer la paz significa buscar la alianza con nuestros adversarios y llegar incluso, al final, a buscar la complicidad de nuestros enemigos. Lo sabemos bien, lo aceptamos, tenemos el firme compromiso de hacerlo”. Y lo hizo. Tras 21 años, el % de vascos que en los sondeos se manifiestan independentistas, se ha reducido a la mitad. No se reivindican la amnistía para los presos de ETA ni el regreso de refugiados y exiliados. El conflicto de Euskal Herria con España y Francia, ni se menciona. Las plenas garantías que ofrecía Otegi, se han quedado en agua de borrajas. En su lugar, recomienda abordar eso de la independencia, “sin ansia y sin prisas”.
Tres procesos protagonizados por gipuzkoanos, ex-etarras, de generaciones y estudios parecidos. Graves y tristes, a la espera de ser juzgados por la historia y sus conciudadanos.
Begirale