¿Reconocimiento como Nación? ¿A quiénes?

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¿Reconocimiento como Nación? ¿A quiénes?

La entrevista a Pello Otxandiano en radio Euskadi en el día de hoy, no ha respondido a mis expectativas, a pesar de que el portavoz de EH BILDU en el Parlamento de Gasteiz me resulta simpático. Las posturas políticas de su partido, probablemente, no le han dejado mucho margen de maniobra en su discurso. 

Ha reivindicado, tal como viene haciendo el PNV, el reconocimiento como nación por parte del Estado español, objetivo para el que ha propuesto a ese partido y a la izquierda confederal, una acción conjunta tanto en el Parlamento europeo como en el español. Ya le han contestado, de inmediato, que ni hablar. Pero en esta ocasión se ha referido, de cara a ese reconocimiento como nación, a la CAV, a las Vascongadas, a las que cuidadosamente califica, como otros dirigentes de su organización, de “los tres territorios”, evitando referirse a ellas como “Euskadi”, forma en que sí lo hace el PNV desde que así lo decidió cuando en el Art. 1 del Título Preliminar de su Estatuto de Autonomía de 1979, estableció que: 

“El Pueblo Vasco o Euskal Herria se constituyen en Comunidad Autónoma dentro del Estado Español, bajo el nombre de Euskadi o País Vasco” 

           Las tres antiguas Provincias Vascongadas y, si quiere, la Nafarroa Alta, se convierten en el Pueblo Vasco, en Euskal Herria, así, por obra y gracia de la Constitución española. Traicionan los unos a su fundador Sabino Arana cuando lo proponen, pues para aquél, Pueblo Vasco o Euskal Herria es el conjunto de los siete territorios (“Zazpiak Bat”) y también los otros a su país cuando aceptan, sin protestar demasiado, esta engañifa.

Comprendo que el Sr. Otxandiano se sienta dialécticamente preso de la línea política que su Secretario General, Sr. Otegi, ha imprimido al reciente Congreso de su partido, en la que ahora proponen un “proceso de soberanía gradual” en el que aceptan “la realidad administrativa” (¿sólo administrativa?) de CAV, CFN y “lo que sea” en Iparralde, además de respetar “sus ámbitos de decisión”, a 180 grados de golpe de timón respecto a la anterior postura de la primitiva Izquierda Abertzale de “rechazar cualquier proceso que no cuente con el conjunto de los territorios vascos”. Pero lo más grave de todo es que ponen en riesgo nuestra Conciencia Nacional, pues reivindican que se reconozca como NACION…¿a quién?. ¿A las Vascongadas, alias CAV? ¿A Hegoalde, CAV más CFN? ¿A toda Euskal Herria, Hegoalde más Iparralde, la de los siete territorios históricos? 

Porque el derecho reconocido internacionalmente a la autodeterminación, a la independencia de los Pueblos, de las Naciones, corresponde precisamente a las naciones, no a las provincias o a las regiones. Mantener y reforzar nuestra Conciencia Nacional , respetando aquellas identidades parciales surgidas a lo largo de la historia, es una tarea fundamental para nuestra supervivencia como Pueblo. Bien saben esto los partidos antivasquistas, como nos lo recuerda el Sr. Andueza cada vez que clama contra las “veleidades identitarias” de los abertzales, como si ellos, los españoles y los vascos españolistas (no digamos nada de los franceses y los vascos afrancesados) estarían dispuestos a renunciar a sus respectivas identidades e independencias. 

Ha hablado también el Sr. Otxandiano de “la izquierda soberanista e independentista”. ¿Son conceptos diferentes la soberanía y la independencia?. Es otra milonga que tratan de introducir en las técnicas de lavado político de cerebro con que nos bombardean continuamente, como si ser soberanista fuera una etapa intermedia, cercana pero no igual a sentirse independentista. Entiendo que les resulta más sencillo hacer creer que eso de “soberanista” es menos comprometido que “independentista”, que se puede ser más o menos, pero es equivalente, no hay términos medios. Es, como dice un amigo mío, como estar embarazada: se está o no se está.

 

         Begirale

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