Dos pueblos ¿una misma lucha?

DOS PUEBLOS ¿UNA MISMA LUCHA?

             Josep Marin

        En las últimas semanas y a través de los medios de comunicación, todxs hemos sido testigos de los actos de protesta producidos en toda Catalunya -especialmente en Barcelona- a raíz de las condenas a representes políticxs y sociales catalanxs, por parte del tribunal supremo español.

        Todxs hemos visto que existe una llama en Catalunya, que considera que el tiempo del diálogo ha pasado y que únicamente ven la salida a esta opresión, por parte del estado, en luchar en las calles para conseguir y hacer respetar sus legítimos derechos.

        La clase política aburguesada catalana no ha perdido el tiempo en desmarcarse de estos movimientos revolucionarios, criminalizando a esa juventud que está en la calle (en buena medida por sus discursos repletos de mentiras). No han escatimado en calificativos despectivos como el llamar a su pueblo “fascistas con estelada”.

 

        Ante las fechas preelectorales y el oportunismo político que intoxica a TODAS las fuerzas políticas que concurren a las elecciones estatales, no hay que pasar por alto las actuaciones de la socialdemocracia autonomista vasca (EH Bildu) y su afán por monopolizar estos movimientos en su beneficio propio.

        Eso sí, marcando una férrea línea roja que expulsa a “lxs violentxs” de sus planteamientos exclusivamente por vías “pacíficas”, “democráticas” y de “diálogo”.

        El propio EH Bildu se ha encargado de dirigir un movimiento llamado “Declaración de la Llotja de Mar”.

        Una especie de manifiesto, englobando a determinados supuestos partidos soberanistas que existen dentro del estado español y que solamente buscan solucionar los conflictos con el diálogo y la participación en las instituciones españolas.

        ¿Qué tipo de diálogo puede ejercer un partido supuestamente soberanista ante un estado que está casando de decir, por activa y por pasiva, que no se va a negociar NADA en lo referente al derecho de autodeterminación de los pueblos?

         ¿Nos encontramos ante personas que quieren vivir de los conflictos territoriales 20, 30 o 40 años más?

 

 


        Desde Euskal Herria, por parte de la autodenominaba Izquierda Abertzale Oficial, se han dirigido a Catalunya con mensajes de apoyo, concentraciones, manifestaciones, comunicados, etc... El lema de “Dos pueblos, la misma lucha” está muy bien, pero, ¿es real?

        Sólo hace falta echar la vista atrás unos años para ver como esa Izquierda Abertzale Oficial, pasó de ser un movimiento revolucionario a convertirse en un partido político que acata la constitución española, que cumple con la Ley de Partidos Políticos y que ha ROTO completamente con cualquier movimiento del que se valió en el pasado para conseguir sus objetivos. Eso también implica el dejar a su suerte a militantes vascxs que no han aceptado ese cambio de estrategia hacia el autonomismo reformista y aceptar las reglas de juego que fija el mismo estado del que te quieres ir.

        Por tanto, el acercamiento de EH Bildu a Catalunya, sus eslóganes de BI HERRIAK, BAT BORROKA no es más que eso, electoralismo sucio y falso.

         Lo único que puede enseñar EH Bildu, hoy en día, al pueblo catalán es a desactivar cualquier movimiento legítimo de lucha en la calle para llevarlo a las instituciones y pasarse años discutiendo con el estado.

        Eso sí, a cambio de suculentos salarios y favores varios.

         No debemos obviar las abstenciones gratuitas para la investidura de un presidente del PSOE (partido con un historial de terrorismo de estado y aplicación del artículo 155 de la constitución española). Tampoco el facilitar la investidura de ese mismo partido para que gobierne en Nafarroa.

        Si por “lucha” entendemos la desactivación de cualquier movimiento ajeno al control de las fuerzas políticas, sí es válido el eslogan de DOS PUEBLOS, LA MISMA LUCHA.       Buscar ahí otra cosa es hacerse trampas al solitario.

        Por supuesto que sería de gran utilidad que existiese un apoyo entre las naciones oprimidas dentro del estado autoritario español.

        Pero debe ser el pueblo, articulando sus propios mecanismos, los que emprendan ese camino de cooperación.

        Como acertadamente me comentó una persona hace unos días, no es lo mismo un Estado Confederado (que es a lo que aspira la socialdemocracia autonomista) que una Confederación de Estados. Es muy distinto.

       

        AMNISTÍA PARA TODXS LXS PRESXS POLÍTICXS LA LUCHA ES EL ÚNICO CAMINO .

Josep Marín

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