NO PODEMOS TENER DOS BANDERAS NACIONALES

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NO PODEMOS TENER

DOS BANDERAS NACIONALES

          Como Nación Vasca, como Euskal Herria, no podemos tener dos banderas a un tiempo, la navarra y la ikurriña, para representarnos a todos los vascos. No podemos, tampoco, tener lemas contradictorios como IRURAK BAT (En el blog Aberriberri se dice que “era el sueño entre patriotas Bascongados ilustrados”), LAURAK BAT y ZAZPIAK BAT. No podemos tener una Euskadi, la sabiniana de los siete territorios, “de alta velocidad” y al tiempo una Euskadi “de cercanías” para las antiguas Provincias Vascongadas, como establece el Estatuto de Autonomía de la CAV. Tampoco deberíamos tener dos lehendakaris y medio, ni dos gobiernos y pico.

          Somos la nación europea (el Pueblo Curdo está muy lejos), más dividido a nivel territorial, institucional, político, cultural, idiomático y en cuanto a conciencia nacional.

          ¿Será este déficit atávico de conciencia nacional lo que nos ha llevado, a lo largo de la historia, al resto de situaciones que he citado? ¿O será al revés, que tanta división de todo tipo entre vascos, nos ha conducido a esta falta de conciencia nacional común? Creo que es un tema interesante a estudiar, si no es que está ya bien estudiado y no me he enterado. Tanto carlista, isabelino, afrancesado, españolista, vasquista, regionalista, etc. en nuestra aún reciente historia…

          Pero volviendo al tema de las banderas, es lógico que cada territorio histórico que conforma nuestro País, tenga sus banderas y sus emblemas, que reflejan su particular devenir histórico, pero en lo referente a la enseña o símbolos que pretendan representar al conjunto de nuestro Pueblo Vasco, Euskal Herria, Vasconia, Euskadi (ni siquiera en el nombre tenemos un denominador común), solo puede haber una bandera, una enseña. Personalmente me da lo mismo que sea una de las tradicionales, las navarras con las cadenas de Miramamolín o el Arrano Beltza de los Ximena, o la ikurriña diseñada por los hermanos Arana Goiri para Bizkaia, fusionadas unas con otras o cualquier otra que se diseñe y sea aceptada por la mayoría de los vascos.

          Lo importante es que sea una, que nos represente a todos, o al menos a la mayor parte de los vascos, como conjunto nacional. Somos una nación antígua, pero podemos dotarnos, si es necesario y lo deseamos, de una bandera, una enseña, nueva. No solucionamos mucho con la moda actual de llevar a las manifas un buen puñado de banderas navarras, aunque sean no navarros los participantes o si cuando tienen lugar en Nafarroa se saquen algunas ikurriñas. Los de Iparralde, lapurtaras y zuberotarras, ya en tiempos del primer franquismo, hacían ostentación de ikurriñas. ¿Las sentían y las sienten ahora como propias o tenían un sentido de atención hacia los visitantes del sur del País o en algunos casos comerciales?

          Ya tienen nuestros historiadores, sociólogos, antropólogos, políticos y diseñadores, trabajo por delante para ir pensando en una enseña común que nos represente a todos los vascos, seamos navarros, gipuzkoanos o zuberotarras, por encima de ikurriñas y cadenas, e ir ofreciendo sus diseños a la población, que ideas no les van a faltar. Porque si continuamos con esta marcha, cada cual sólo con su bandera particular y cayendo en la trampa del Estatuto de Gernika que nos dice que Euskadi solo son ellos y los territorios donde gestionan a sus anchas, seguiremos esa acusada pendiente hacia la desaparición de nuestra conciencia nacional.

 

Begirale

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