ILINTIE, TXINGARRA ETA TXINGORRA
Cuando mi suegra, arratiana, me contaba la rutina de sus tareas en su caserío hace más de medio siglo, recordaba que se levantaba antes de las 6 de la madrugada para atender, en primer lugar, al ganado, las dos vacas y la ternera que tenían en la cuadra. Eran el sustrato económico dinerario.