ESTADO-KOMUNA INDEPENDENCIA ESTADO ¿PARA QUÉ?

Imprimir

ESTADO-KOMUNA INDEPENDENCIA

 

ESTADO ¿PARA QUÉ?

          Si el mercado (incluido el proceso de producción) es  el otro pilar sobre el que se asienta el sistema capitalista, el estado en cualquiera de sus modalidades es el buque insignia que ha blindado a lo largo de la historia y en todas las formaciones sociales la dominación de una parte de la población sobre las demás, a través de su monopolio de violencia expresada en múltiples aspectos culturales, ideológicos, políticos, militares y económicos. En resumen la maquinaria conocida más perfecta para destruir la identidad humana.

          Este “poder nacido de la sociedad, pero que se pone por encima de ella y se distancia y eleva progresivamente” (Engels); a partir del comunismo primitivo con la progresiva división del trabajo ha sido marca específica del grado de contradicción de las clases sociales (esclavista, feudal, burguesa...) que marcan la historia de la humanidad con diferentes modalidades de estado.

          Si el nacimiento de los llamados modernos estados nacionales suponían un avance de participación de nuevas clases progresivas contra viejos imperios, siempre relativos a circunstacias externas e internas de las formaciones sociales; aquella burguesía protagonista de un mundo diferente que marcó el progreso económico y venció políticamente a partir de 1789; ha dado a luz el mundo en que vivimos. Tras 220 años de “democracia” construida por la burguesía hemos ido comprendiendo progresivamente hasta el actual baño de lucidez, la enorme y progresiva distancia entre burgueses y trabajadores, machismo y anti-patriarcalismo, dominantes y dominados, Estado y pueblo.

          Es la riqueza secuestrada a los trabajadores en el proceso de producción, en donde tienen que renunciar a sus proyectos personales y tiempo de vida para poder sobrevivir. Esa riqueza alimenta las rentas de la burguesía explotadora y sumisos cipayos, que, a través de la perfeccionada máquina de poder, domina, educa, manipula y construye las falsas identidades que necesita en mujeres, hombres, culturas y pueblos para mejor dominar. Es así para y como se sustenta el “estado moderno”.

          La propiedad, sagrado ídolo de la burguesía, primer valor de la democracia burguesa necesita del estado moderno, nacido por la necesidad de un espacio para el mercado y bautizado con todas las formas de democracia con apellidos de “social”, “de derecho”, unitario, federal... Pero siempre de propiedad privada.

          Por otro lado, recordaremos estados nacidos en el siglo XX tras heroicas luchas de trabajadores, obreros, campesinos y pueblos liberados tras vivvir un “socialismo realmente inexistente” han terminado reproduciendo anteriores formas de dominación, entrando por el largo tunel de la enajenación. Ni valores nuevos, ni respeto a las identidades, ni participación universal. Lo único nuevo ha sido la formación de nuevas burguesías al calor de las maquinarias estatales. Y hemos visto naciones oprimidas (Israel) hasta el exterminio, convertirse en ESTADOS EXTERMINADORES.

          Los valores nacidos del “homo homini lupus” (Hobbes), que inspiran su estado para defender... (razones de estado) ¿la ciudadanía? ¿la nación? ….  la propiedad con su ética individual y social, la ideología oficial. Son los valores que nos explican todas las guerras modernas, las hambrunas del tercermundo, las salvajes emigraciones y definitivamente corresponsables de la salida antipopular de la crisis estructural de su sistema, con la feroz ofensiva de un capital financiero (no productivo) que dicta desde el infinito las normas, leyes y gobiernos de “nuestros estados democrático”, de su propiedad.

          Nunca un estado es de todos. Hoy sabemos más de aquella frase de K. Marx:

            ” Mientras haya estado no habrá libertad. Cuando haya libertad ya no habrá estado”.

          2- Razón de ser en la historia

          Si la identidad supone esa linea que desigualmente avanza entre el inicio y el final del proyecto. La podemos identificar con la razón de ser realmente existente. La razón de ser de una nación solo puede tener sus raices en la voluntad del pueblo no enajenado No es un punto inamovible en la historia. Para Marx la identidad será el “camino desde el mundo de la necesidad al mundo de la libertad.”

           El “nosotros somos” resume nuestra razón de ser en el tiempo y espacio de la história. Autoconciencia, memoria, insumisión e independencia son elementos inseparables de la razón de ser de un pueblo que se organiza en nación

          Sentimos, queremos y construimos nuestra identidad en continua dialéctica con dominaciones de fuera y de adentro. La larga historia que vamos recuperando de nuestro pueblo, nos habla de supervivencia asimilando e identificándonos a la naturaleza (ama lurra), de rebeldía ante culturas y ejércitos dominantes y de encuentro con la tierra compatible con la búsqueda y solidaridad con otros mundos. Por otro lado, nos habla de viejas luchas frente a imposiciones internas, ¿Qué fueron las persecuciones contra la brujería y herejías de otro tiempo? ¿Qué fueron las luchas antiguas y medievales contra pueblos invasores? ¿Que fueron las matxinadas de la edad moderna, los levantamientos del XIX...? Y nuestra INSURGENCIA FINAL…

          Los parámetros que terminan por definir la moderna dominación que atenta contra nuestro pueblo tiene sus coordenadas externas en la vieja tenaza de lo que son los estados español y francés. A comienzos del siglo VII viejas luchas de supervivencia alumbran la necesidad de una formación política que tras el perámbulo del Ducado de Vasconia (y Aquitania) nacido el año 603 en la resistencia, cristaliza tras Orreaga en el Reino de Pamplona (Nafarroa) que hasta entrada la edad moderna es el estado feudal que resiste a la invasión castellana y más tarde la unificacón francesa.

          Hemos tenido un estado feudal (NAFARROA) en nuestra historia. Hemos seguido luchando con continuidad manteniendo en toda nuestra historia la razón que nos hizo ser. Los últimos dos siglos han puesto al desnudo las contradicciones que podrían enterrar a nuestro pueblo en el basurero de la historia, convertidos en sumisos ciudadanos de los estados vecinos.

         A finales del XIX se produce la crisis del viejo régimen foral, al entrar en contradicción con las nuevas instituciones españolas surgidas en el librecambismo liberal. En el nuevo modo de producción la oligarquía española necesita nuevos marcos jurídicos y políticos. La oligarquía vasca (Chavarri, Ibarra...) es el sector más interesado en la desaparición del regimen foral, que le sitúa las aduanas en el Ebro o le impide –fuero de Bizkaia-la salida del hierro del pais. Será este sector de la oligarquía, protagonista del nacionalismo económico español, el potente dinamizador del moderno estado de la Restauración quien, a la vez que sus dos enemigos históricos, el movimiento obrero revolucionario y el nacionalismo vasco inicial, que cuaja en los sectores populares en retroceso- campesinado-perdedores de la guerra, protagonizan el estallido de la nueva sociedad vasca

        Si el nacionalismo constitucional español de 1812 impulsa el proyecto de nación española… provocando una primera quiebra que abre la alternativa fuerista-proto nacionalista; la Restauración borbónica inicia la recreación nacional española que, con la abolición foral de 1876, dá paso a un nacionalismo políticamente configurado. El fascismo con la supresión de las mínimas libertades, junto con la persecución explícita a “provincias traidoras”, crea la quiebra final de estado en Euskal-Herria, que definitivamente sabe que nada puede esperar de un estado que pretende la desaparición de la identidad vasca.

        Ya en las dos carlistadas se habían producido formulaciones independentistas, como narra el zuberotarra Agustin Xao en su “Viaje a Navarra durante la insurrección de los vascos” (1830-1835) con su interpretación independentista del carlismo vasco, o en proclamas escritas en “El Cuartel Real” al fin de la segunda guerra llamando a la independencia ante la probable derrota del carlismo (textos recogidos por el historiador de Bourdeos V. Garmendia). Se producen posicionamientos independentistas que son represaliados por el mando carlista. Son inicios del proto nacionalismo. vasco.

        Y la Bizkaia de finales del XIX tras la pérdida de la guerra y de los fueros, entre los mineros (“ateos y maketos”) y los nuevos “jauntxos siderúrgicos” de la moderna industria vizcaína. Es el medio en que florece el “bizkaitarrismo” de Sabino Arana, que cuaja inmediatamente con más fuerza –a pesar de su debilidad histórica -que el “napartarrismo euskaro” de Arturo Campion y de Anacleto Ortueta. No es capricho de la historia. Es el resultado de las contradicciones políticas y culturales (expresión de la lucha de clases) surgidas en las desigualdades económicas de la revolución industrial.

        El retorno a la Euzkadi de la libertad perdida en 1839 como perspectiva en el primer  nacionalismo, junto con  el componente burgues foralista de algunos de los primeros nacionalistas (Sota y el grupo de los euskalerriacos) marcarán con el contrapunto del posibilismo, la historia del movimiento nacionalista, que se moverá en la dialéctica entre el radicalismo nacionalista, mantenido por Luis Arana, y el oportunismo de Sota y Kirzkitza,  que aportaron al partido junto a su revista y medios electorales, un pragmatismo que cuestiona la utopía independentista.

        La escisión Partido-Comunión (1916) marca la linea divisoria que explica las circunvalaciones del nacionalismo vasco. Así nacerá el Jagi-jagi de Eli Gallastegi y Trifón Etxebarria que compaginan el radicalismo nacionalista inicial con el progresismo, como se manifiesta en las alianzas puntuales con los primeros comunistas vascos. 

        La contradicción planteada por el nacionalismo vasco a principios del siglo XX se manifiesta en los extremos sociales de la sociedad vasca de la época. En el movimiento obrero coincide con las dos tendencias, que marcarán la escisión entre la Segunda y Tercera Internacional; entre quienes asumen el estado y su transformación desde adentro-socialdemócratas y los comunistas que plantean la destrucción del estado burgués. Ello explicará la trayectoria con que los primeros comunistas vascos se inician proclamando la unidad entre la liberación nacional y social de Euzkadi (años 20) y formulada en su proceso constituyente (1932-1935).

        El año 1918 sale elegido Indalecio Prieto diputado por Bilbao con el apoyo de la Liga Monárquica. La coyuntura provoca el enfrentamiento con quienes como Facundo Perezagua-fundador del socialismo vizcaíno, Bullejos y Perez Solis posicionados con la 3ª Internacional se oponen a las “razones de estado” asumidas en  la estrategia de la derecha monarquica de bloquear al naciente nacionalismo bizkaitarra. Los socialistas iniciarán la tradición de apostar por las “razones de estado”.

        En el mundo comunista, a  la vez que se ha iniciado un proceso de creación de una organización vasca, en los debates iniciados en las revistas Bolchevismo y Euskadi Roja por Aranaga, Zapirain, Astigarrabia...( ¿inducidos por el debate Maurin-Nin?).La Internacional Comunista, en carta de su portavoz Manuilsky plantea “el objetivo del Partido Comunista es el de crear sobre las ruinas del estado español la libre federación ibérica de repúblicas obreras y campesinas de Cataluña, Vasconia, España, Galicia y Portugal”. En Junio de 1935 nace la organización “Partido Comunista de Euskadi” con la estrategia “la liberación nacional y social de Euzkadi” ya formulada en la Plataforma vasco-navarra de1933. En la guerra civil 17 batallones comunistas vascos (2ª fuerza vasca) integraron Eusko Gudarostea.

        La guerra civil y la consiguiente represión de la dictadura franquista cierran procesos abiertos. La resistencia antifranquista, en parte condicionada al éxito aliado en la Segunda Guerra Mundial, junto con acciones armadas heroicas, de relativo éxito, tiene momentos como la Primera Huelga General contra el franquismo, convocada por el Gobierno Vasco en 1947. Pero la dictadura apuntalada por USA, en su común lucha contra el comunismo; acaba siendo reconocida, ante la incapacidad de una oposición que duerme en sus cuarteles de invierno (PSOE y PNV) o lucha en clandestinidad, despegada del apoyo popular. Se perdió una oportunidad, truncada por “razones de estado” USA. Y con USA la Europa-UE y la OTAN.

        El franquismo-máximo exponente del nacional-fascismo español, con la supresión de las mínimas libertades, junto con la persecución explícita a las “provincias traidoras”, crea la quiebra definitiva de estado en Euskal-Herria, que definitivamente sabe que nada puede esperar de un estado que pretende la desaparición de la identidad vasca.

        Con ETA renace a finales de los cincuenta, en nuevos sectores populares, la ilusión de un enfrentamiento al estado, iniciando con las coordenadas de “liberación nacional y social” un proceso de ruptura y autodeterminación protagonizado por el Pueblo Trabajador Vasco. Es el inicio del movimiento independentista vasco (MLNV) que, supera la actitud de la vieja resistencia posibilista. La resistencia pasa a la ofensiva. La nueva estrategia de independencia y socialismo, supera dialécticamente viejas contradicciones, iniciando las raices de la autodeterminación, se avanza en nuevos frentes de lucha, con todas las dificultades de la clandestinidad, pese a la marginación y persecución, ha cuajado en un sector fuertemente militante y numeroso de la sociedad vasca, que en los setenta hizo despertar un nacionalismo aletargado, en las luchas solidarias contra la represión. ETA recoge la voluntad frustrada de ruptura en aquella TRANSICIÓN del 77 en que los partidos históricos de la oposición de izquierdas y del nacionalismo jelkide, no estuvieron a la altura (Xiberta) del momento histórico.

       En 1977 se celebrarían las elecciones que asentaban la reforma política de España. Los poderes del Estado pretendían y consiguieron, una transición sin ruptura de la dictadura a la actual democracia vigilada, como sucedió con la aquiescencia de la izquierda española, núcleos de las Junta y Convergencia democráticas, y de los nacionalismos burgueses, que renunciaron a la ruptura.

       Las elecciones españolas de 1977 sentarían las bases políticas, jurídicas y económicas del “moderno estado español”. Ante la importancia política que tenían aquellas elecciones, y con el objetivo de desarrollar una estrategia conjunta a favor de la ruptura democrática, ETA propició un proceso de debate entre las fuerzas políticas abertzales (XIBERTA.)

          Tomaron parte la coordinadora KAS (nacida el 75, ETA(m), LAIA, LAK, EHAS y LAB), y EAJ-PNV. La propuesta de KAS era no acudir a unas elecciones que condicionaban el futuro congelando los eternos problemas, la democracia y la soberanía nacional expresadas en el derecho de autodeterminación, que más tarde propondría la nueva H.B. en su propuesta estatutaria. ETA (pm) y EIA se unirán posteriormente al Estatuto de Gernika. EAJ-PNV rechazó la posibilidad de alcanzar un acuerdo entre abertzales y decidió dejar al margen la reivindicación del derecho de autodeterminación y negoció con el estado español el Estatuto de Gernika.  ETA(pm) y EIA se unirán posteriormente al Estatuto de Gernika. Así se perdió lo que pudo haber sido una oportunidad histórica para la recuperación de la soberanía vasca, Una vez más el PNV asumió, desde su histórica ambigüedad, una posición tacticista apostando por pactar un estatuto, en la vía constitucional, con quienes jamás lo cumplirían. Y aquí estamos.

        La sociedad vasca no aceptó la Constitución (únicamente el 34,9% dijo sí) Esta Constitución es hoy la base del marco jurídico-político vigente en nuestro pueblo desde1978.

       El 25 de octubre de 1979 se votó el Estatuto de Gernika. El MLNV solicitó la abstención. Sólo participó el 53% del censo, la abstención fue del 47% (644.000). En todo caso, como fueron más quienes dijeron sí (831.000) que no (47.000), se dio por aprobado el Estatuto. En Nafarroa (nuclear) el “amejoramiento del fuero” se dictó sin consultar al pueblo navarro.

        Y luego la amnistía del 77, y 1448 presos en el 78, y los parapoliciales (ATE, BBE,.. GAL) continúan, y el PLAN ZEN; y el Pacto de Ajuria Enea y cierres de periódicos, ilegalizaciones, y LIZARRA-GARAZI ...y el actual PACTO DE ESTADO (PP, PSOE...) que confirma en su “estrategia de defensa preventiva” y la verdadera naturaleza policial del “estado victimista español.” que ha sido puesto en cuestión estos días por el derecho de autodeterminación de Catalunya. 

        La razón de ser de un pueblo, no se discute, La autodeterminación es el ejercicio desde su independencia por su voluntad unilateral que su identidad incluye.

        El antropólogo Julio Caro Baroja afirma “la historia del pueblo vasco es la historia de la violencia”. Esta genérica afirmación resume junto a la agresiva incidencia de dominaciones externas, la incuestionable resistencia de un pueblo que, sintiendo en euskara, autoorganizandose en auzolan, colaborando valle a valle, participando de las propiedades comunales, haciendo de las costumbres ley y autoorganizándose para defender esta identidad de FORMACIÓN HISTÓRICA (COMUNALES, AUZOLAN, BATZARRE, MATXINADAS…). Esto venía sucediendo ya en nuestros primeros conocimientos históricos; y sigue sucediendo.

        Razones hay en la historia para blindar nuestra identidad ( 1)

 

NOTA

-Identidad: (mismidad, se es, realización de la existencia) = línea dialéctica, proyecto que unifica, en tiempo y espacio, lo que hemos sido con lo que queremos ser, fundamentando la propia existencia. SOMOS

    Sin identidad ¿Qué es la existencia?

-Pueblo Trabajador: colectivo de clase obrera , explotados y marginados con conciencia  nacional y de clase ( término acuñado en 1967 por Xabi E.)

-Ciudadania: ente social abstracto sin identidad subjetivada utilizada por liberales, neo , socialdemócrtas y demás izda. blanda

J.K.

Imprimir

GEHIEN IRAKURRI

AZKEN BERRIAK