A LAS COSAS, POR SU NOMBRE
En esta vertiginosa secuencia de acontecimientos sociales, laborales, bélicos, políticos, etc., a que nos tiene acostumbrados el siglo XXI, corremos el riesgo de no profundizar, de dejarnos llevar por la velocidad, y frecuentemente superficialidad, de las noticias, sin observar ni analizar con suficiente rigor los elementos fundamentales que subyacen en las narrativas.
Cuando aún no vemos en nuestro País una salida adecuada al tema de nuestros presos políticos, ya ha saltado al tablero político el tema de la amnistía para sus encausados por parte de los independentistas catalanes. Los de aquí, ni pío. Enseguida han pasado los catalanes a plantear el derecho de autodeterminación; los de aquí, ni mú.
Aparecen de imprevisto PNV y PSE-EE-PSOE con una sorprendente
2.- No ejerce su tarea en el País Vasco, sino sólo en la CAV. Por cierto, el término CAV (Comunidad Autónoma Vasca) también es incorrecto, puesto que la CFN también es Vasca. Lo de Vascongada quedaría, probablemente, un poco obsoleto.
Resulta curioso que también deberíamos tener en cuenta lo contrario, eliminar el calificativo de vasco, en algunas ocasiones, a determinados nombres, si queremos alejarnos de la contaminación mental y política a que nos lleva la inadecuada utilización de algunas expresiones lingüísticas, es decir, a auto-españolizarnos nosotros solitos. Es el caso, por ejemplo, de decir “Gobierno Vasco” o “Parlamento Vasco”, donde estos adjetivos son inadecuados, porque hay varios Gobiernos y Parlamentos vascos, aunque sean autonómicos, como son los de la CAV y los de la CFN. Parece más adecuado denominarlos “de Gasteiz” o de “Iruñea”.
Algo similar ocurre con la denominación Lehendakari para referirnos al que tiene su despacho en Lakua, porque hay más lehendakaris en funciones, tal como el de Nafarroa y algo parecido en Iparralde. Más exacto sería decir “el Lehendakari de la CAV” o “el de la CFN”.
En cuanto a las reacciones políticas a esa salva de ataques judiciales al euskera, vuelvo a citar al Sr. Zupiria, quien ha declarado: “Se trata de un claro ejemplo de la judicialización de la política”. ¡No, hombre! Es una clara muestra de antivasquismo, de opresión sobre nuestra cultura nacional. Pero Zupiria añade: “Hay que modificar la Ley del Poder Judicial”. ¿Es tan difícil para un miembro destacado de un Partido que se autotitula Nacionalista, entender que lo que hay que hacer es tener un Poder Judicial propio, que esté al servicio de nuestro Pueblo Vasco y de sus intereses políticos, sociales y lingüísticos, siendo garante de que se cumple nuestra propia Ley? ¿Y que la única manera de conseguirlo es recuperando la INDEPENDENCIA?
Begirale