En esta fecha, allá por el año 778, los vascos de Nafarroa infligieron una sonada derrota a la retaguardia del poderoso ejército franco de Carlomagno, que regresando a su país desde Aragón, arrasó y saqueó Iruñea.
15 DE AGOSTO,
DIA DE LA INDEPENDENCIA VASCA
En esta fecha, allá por el año 778, los vascos de Nafarroa infligieron una sonada derrota a la retaguardia del poderoso ejército franco de Carlomagno, que regresando a su país desde Aragón, arrasó y saqueó Iruñea. Habían subido los franceses por Erro y Orreaga (Roncesvalles), hasta el alto de Ibañeta y descendido después, en larga y estrecha columna, por el desfiladero de Luzaide (Valcarlos), para desembocar en las tierras bajas de Nafarroa donde se asienta Donibane Garazi (“Pie del Puerto” para los franceses).
Cuando ya había pasado el desfiladero el grueso del ejército franco y el emperador Carlomagno se hallaba, según se cuenta, jugando al ajedrez, oyó el lejano sonido del cuerno de su retaguardia pidiendo auxilio, porque estaban siendo atascados por los vascones, quienes en inferioridad numérica ejercían la lucha armada contra el invasor en las mejores condiciones tácticas, desde los altos. La retaguardia del ejército francés, el príncipe Roldan, sobrino de Carlomagno incluido, quedó destruida. Paradojas de la historia, que suele ser escrita por los poderosos, en la cumbre de Ibañeta, a 1057 metros de altitud, aún perdura un monolito en homenaje a Roldán, el invasor, en lugar de un monumento a los vencedores, los vascos de Nafarroa.
La anterior injusticia ha sido en parte corregida el 13 de Agosto de este año, puesto que en pleno centro de Luzaide se ha inaugurado un hermoso monumento, obra de Patxi Aldunate, impulsado por Orreaga Fundazioa, que recuerda y celebra la acción victoriosa de los resistentes navarros, con asistencia de más de 500 personas, autoridades políticas del Gobierno y Parlamento navarros, alcaldes y concejales de Erro, Auritz y Aezkoa. El propio día 15 se ha conmemorado, tanto en Orreaga, junto a la Colegiata, como en el alto de Ibañeta, la batalla y el triunfo de los vascos, aunque esta vez se ha hecho a través de dos actos diferentes, respondiendo uno a la convocatoria de Orreaga Fundazioa, Etxabarrengoa Elkartea de Garralde y Orreaga 778 por una parte y de Herritar Batasuna por la otra. En este conglomerado de patriotas han estado representados todos los territorios de Euskal Herria, tanto del norte como del sur de los Pirineos, columna vertebral de nuestro País. Sería de desear que la próxima celebración, superadas las diferencias tácticas, volviera a ser unitaria bajo la estrategia común de la reivindicación de la independencia para nuestro País Vasco.
Como telón de fondo del acto político de Orreaga, la Colegiata de Santa María, mandada construir por el rey navarro Sancho VII el Fuerte y el mausoleo con sus propios restos mortales en la capilla de San Agustín. En la misma capilla, un trozo de las cadenas de un Emir musulmán que dieron forma a la actual bandera de Navarra. Porque resulta que este rey, acudiendo a la llamada del rey de Castilla Alfonso VIII el Noble y en compañía del rey de Aragón Pedro II el Católico, había ido hasta Jaén en 1212 con su infantería y 200 caballeros, formando parte de un “ejército cristiano” que se enfrentó al Emir Muhámmad An- Nasir, más conocido como Miramamolín el Verde, al que derrotaron.
Pero se me ocurre preguntar qué demonios pintaba el rey navarro Santxo VII El Fuerte, luchando junto a los españoles contra Miramamolin, cuando unos pocos años antes ese mismo rey castellano, con ayuda además del rey aragonés, le había arrebatado a Nafarroa, por invasión y conquista militar, una buena parte de su territorio, como Gipuzkoa, Araba, el Duranguesado, etc. ¿No hubiera sido mejor para Navarra y para toda Euskal Herria que, en vez de heredar su considerable talla corporal (2,10 m), hubiera heredado un poco de la inteligencia de su padre, el rey navarro Sancho VI el Sabio, el mismo que había fundado la plaza fuerte de Gasteiz en 1181, poco después de hacerlo con Donostia para convertir a esta última, junto a Hondarribia, en los puertos marítimos de Nafarroa?
Supongo que la proclamación de “cruzada contra los moros” por parte del Papa Inocencio III, le cegó. Papa, por cierto, ante el que tengo entendido que el ya citado rey de Castilla había denunciado anteriormente al rey de Navarra por su buena relación con los musulmanes. Está visto que no se puede dejar en las caprichosas manos de reyes, por muy fuertes o sabios que se titulen, la suerte de los ciudadanos de nuestro País. Cuando recuperemos nuestra libertad nacional, la INDEPENDENCIA, apuesto por una República, pero que sea vasca y socialista; ya decidiremos, entre todos, cómo nos organizamos internamente para respetar la personalidad y la historia de cada territorio. A lo suizo, a lo belga, o como nos plazca, pero lo haremos nosotros, no las potencias que nos han invadido y colonizado.
Que así sea
Begirale
