CONCIENCIA NACIONAL DE CLASE y ANTIPATRIARCAL

Las viejas concepciones de dominación y represión se instalaron al margen de la realidad natural, se fundamentaron y hoy se fundamentan sobre la “idea de la realidad”. La dominación de los pueblos, la marginación de la mujer, el viejo esclavismo, la explotación del proletariado y de todo el que vende la fuerza de su trabajo, las marginaciones modernas, las fuerzas represoras, los Goebels de la postmodernidad…. Y siempre el Estado, por supuesto “de derecho y bienestar”, ajeno a la identidad de los pueblos, y rompiendo las espaldas y la vida del pueblo trabajador. Todo ello es el tejido de la dominación que impone el modo de producción capitalista.

Si la enajenación, que el sistema define como “sentido común”, es un proceso coyuntural y estratégico de pérdida de la identidad, la Identidad es nuestra línea dialéctica (discontinua como la vida) que une el “somos” de aquí y ahora con nuestra “liberación integral” (garelako izango gara). Es proceso y es fin. Ello supone la inseparabilidad de toda táctica con la estrategia en un proceso revolucionario. Es memoria del pasado, es análisis de situación y es proyecto de futuro. Y en consecuencia es AMNISTIA.

Sobre la “idea de la realidad” han reaparecido, los nuevos inquisidores. Han edificado su templo a la SAGRADA PROPIEDAD, y exigen (como ayer) limpieza de sangre, adhesión total a su “credo” y a sus autos de fe. Exigen conversión y condena. La nueva “clerigalla demócrata” de modernos social-traidores, fachas de lujo y “colaboracionistas” inundan, instituciones y medios, con sus proclamas “éticas” de condena, falsas promesas y necesarios arrepentimientos. Es convenio ideológico-social entre viejos caciques, negros fachas y divinos progres en donde ha nacido la última “falsa conciencia” desde su dialéctica virtual. Nos quieren reducidos a “mercancía humana” de “seres mental y fisicamente deshumanizados” (1845 “La ideología alemana” K.Marx) a esa mercancía nueva que llaman “ciudadanía del mundo”.

La falsa conciencia que hegemoniza un mundo enajenado sólo es superable por una alternativa fundamentada, aquí y ahora, en una “formación económico social realmente existente” (Euskal Herria), que explica el específico marco de lucha de clases. Aquí y ahora es necesario un proceso impulsado por el único sujeto posible que, con conciencia estratégica, viene demostrando capacidad para polarizar un poder popular alternativo. Hablamos del “PUEBLO TRABAJADOR VASCO” sujeto revolucionario definido en su identidad de “CONCIENCIA NACIONAL DE CLASE y ANTIPATRIARCAL”

La denuncia formulada en el “Manifiesto Comunista” (1848) con la frase contextualizada “los proletarios no tienen patria” en la alienante sociedad burguesa que expropia el ser (total) del trabajador y que en la Crítica al Programa de Ghota se responde “el proletariado para liberarse debe constituirse en clase nacional”. La línea así iniciada por K. Marx en la Crítica al Programa de Ghota “el proletariado debe constituirse en Clase nacional para realiza sus fines”; Vuelve a verse en los escritos de Lenin y en los 4 primeros Congresos de la Komintern. Mao Tse Tung define el concepto de “pueblo trabajador” en su análisis sobre el frente único en 1/2/1948 y que será recogido en Bruselas por el colectivo que prepara la V Asamblea de ETA.

En 1966 tras el llamado “Informe verde” preparado en Bruselas, resumido como “Posiciones ideológicas adoptadas por V Asamblea” será el núcleo del debate de la 1ª parte (Gaztelu), y el “documento Y”. de la 2ª parte (Getaria) concluyendo con la formulación del sujeto de la revolución vasca. Así se definió PTV como “proletariado con conciencia nacional de clase” (Xabi Etxebarrieta) . La raiz de la formulación, está en la lógica revolucionaria de buscar en la radical identidad (NOSOTR@S SOMOS) el soporte de toda liberación (nacional y social). Y un largo medio siglo de historia de Euskal Herria ha conocido el formidable proceso de lucha continua de un PUEBLO TRABAJADOR VASCO, que cohesionó hasta la anterior CRISIS inducida y admitida por instituciones españolas y vascongadas; el movimiento revolucionario más combativo y estable de occidente en el proceso de construcción nacional de Euskal Herria.

La vuelta a la “realidad” natural, la recuperación de la identidad de la humanidad libre; en un mundo en crisis permanente, de injusticia endémica, de opresión legal, bendecidos por la “idea de sentido común” nos lleva a la alternativa de la dialéctica revolucionaria, la que rompe el orden establecido de los “elegidos”, la dialéctica de la insumisión, de la autodeterminación, de la insurrección…Por ahí arranca la construcción de la realidad natural. La lucha es continua en todos los frentes, ya que la raiz de todas las libertades es una misma. Todas las luchas libertarias son inseparables en nuestra lucha.

Los Manuscritos de Paris (1844) y todo lo que sigue en Marx; son un inicio antropológico, son economía, son filosofía, son historia, son ética…y, son realidad dialéctica. abriendo paso a la lucha de liberación rompiendo la continua sustitución de las “ideas de la realidad” por la realidad misma. No caben viejas disciplinas herméticas dentro de limitados márgenes escolásticos. Es el intento de comprender la realidad material existente y transformarla hacia la humanidad libre. La identidad humana es la de mujeres y hombres , la de sus pueblos, la de colectivos nacidos de valores (no de cambio) la de formaciones sociales liberadoras de un mundo nuevo que aún no es, por la recuperación de la identidad perdida y que tiene firmes sus raíces en este mundo, que es, y en donde los que saben que no tienen nada que perder ( los proletarios, los “sin patria”, los sin familia…las perdedoras de siempre y los nuevos parias de la tierra) tienen la conciencia de no tener nada más que sus ser. La identidad es realidad material, que se manifiesta, en tiempo y espacio, protagonizando el proceso de liberación frente a la caricatura alienante de la ideología. Por ahí se empieza.

La liberación de la humanidad es el proceso de recuperación de la identidad (la dialéctica realización del ser consciente) es sencillamente, la realización humana, compatible con todas las identidades y necesariamente incompatible con toda enajenación; con toda forma de dominación, de sumisión y propiedad, siempre excluyentes. Todas las independencias, la de Euskal Herria y todos los pueblos del mundo, las insurgencias, las luchas libertarias de toda la humanidad, la libertad de género, la solidaridad, el fin de la necesidad se identifican en el camino a la libertad. La historia de todas las luchas libertarias coincide en la superación de toda enajenación que niegue la identidad de mujeres y hombres libres en pueblo libre. INDEPENDENCIA - SOCIALISMO le llamamos en Euskal Herria.