DEVORAR LA VIDA (A Patxi Ruiz)
Tu gran dignidad traspasa los muros de la celda
e impotentes los carceleros no pueden detenerla,
sacude la conciencia de quienes no la perdimos
para que la tristeza ante la cruel injusticia
se transforme en la rabia que empuja a la acción.
Tu grito desesperado va más allá
del ruido de las puertas metálicas que te cierran
y golpea a los silencios cómplices
que en su vida entera
jamás se acercarán a la entereza
de un solo segundo de tu huelga.
Tu legado de resistencia
advierte a los criminales que te empujan a la muerte:
queriendo buscar mi fin
sólo acercáis el vuestro.
Tu firmeza revolucionaria escupe a la cara
de los claudicadores a quienes pagan bien
la falta de escrúpulos y vergüenza,
pero tu ejemplo prende sus disfraces
que arderán como las barricadas
en las que te forjaste.
Guardo las palabras que me dijiste
como una de las mejores compañías
por tener la certeza de que no me abandonarán,
por reafirmarme aún más en el honor
de que las mías te acompañen
en esta hambre de libertad,
en esta sed de justicia
que nos exige devorar la verdadera vida
que nutre a la lucha
para que no puedan empujarte a la muerte.