PREHISTORIA PTV
La prehistoria de la izquierda abertzale (III) (Parte 1)
Artículo de colaboración para Borroka garaia da! Autor: J. K
Las negras manipulaciones en el PCE a partir del 1939 y muy especialmente desde la subida (cooptación) de Carrillo en 1944 (Toulouse) son un hecho. Han sido desaparecidos documentos de lo que aquellos burócratas no podían compatibilizar con la “reconciliación nacional”. Los comunistas fueron mucho más creativos dentro de la III Internacional (KOMINTERN) , cuando esta era el partido y en cada país eran simplemente secciones. Duró hasta el 43.
De todos modos existen dos documentos; el de 1933 de la Federación vasco-navarra y el ya más pragmático de la fundación del PC de Euzkadi. En el primero se posicionan frente al estatuto que consideran claudicación del independentismo. En el segundo están por el estatuto ya que la política de alianzas del frente popular hace rebajar posiciones.
Quedan anécdotas de las relaciones entre Jagi-Jagi y comunistas que tenían sede en un mismo portal de Bilbo , las conexiones e intercambios de militancia ya en 1970 entre EPK y ETA…
Aurrera euskotarrak! Hil arte. aurrera! gure etsaiak zapaldu arte
Fueron palabras pronunciadas por Jesus Larrañaga , un grito de guerra lanzado a los compañeros de lucha lejos de su Euskal Herria. Era la gravación real de aquel pensamiento que unió a aquellos revolucionarios vascos que vivieron para liberar su patria, para crear un mundo nuevo de hombres, mujeres y pueblos libres sin fronteras…
Jesús Larrañaga Churruca, Imanol Asarta Imaz, Jesús Karrera Olaskoaga, José Isasa Olaizola, Jesus Monzon Reparaz, Sebastian Zapirain, Luis Zapirain, Clemente Ruiz, Celestino Uriarte Bedia, Asensio Arriolabengoa Ibabe, Cristobal Errandonea Marcelo Usabiaga, Victorio Vicuña (Oria) Jesus Lekunberri (Otzabiña), Tatxo y Miguel Amilibia… y así miles de gudaris comunistas, caidos en combate , exiliados y vueltos del exilio a la lucha clandestina del interior, detenidos y torturados salvajemente, unos desaparecidos, otros muertos en vida en las cárceles de exterminio , y muchos fusilados.
En el maquis, en la Francia invadida por los nazis, muchos comunistas vascos como J Etxeberria, G. Urquiza, Arrondo, Echats Alonso… procedentes del Campo de Gurs se integraron en las brigadas 10 y 35 del makis, en la zona pirenaica occidental , posiblemente el guipuzcoano Vicuña fue su comandante más conocido. Aquellos hombres habían sido los primeros en iniciar la resistencia armada contra los nazis.
Entre los héroes reconocidos por la URSS, aparecen nombres como Juanito Goikoetxea (“AKULLU”), que luchó heroicamente en Ucrania pilotando un Mig-3 contra los nazis, Manuel Zarauza, caído en Bakú, Aguirregoikoa y Rubén Ibarruri héroes de Stalingrado junto con Uribe, Jose Luis Larrañaga, Duarte, Lekunberri, Mukalla…comunistas y héroes, todavía no conocidos en su querida Euskal Herria.
Todos fueron los mejores. Y de muchos de aquellos héroes no conocemos ni los nombres. Hubiéramos querido saber detalles de sus vidas y costumbres, sacrificios y sueños, de sus ilusiones quemadas. Sí sabemos que lo dieron todo. Sabemos poco de la lucha en la clandestinidad, de la existencia de aquellos batallones de gudaris comunistas, de aquellos guerrilleros vascos que en los campos de batalla primero en E.H. y en España, después por toda Europa luchando contra el nazismo, para volver a seguir luchando por la libertad, junto a la casa del padre haciendo Historia.
Todos ellos asesinados, en la memoria de su pueblo, por un estado que aún arrastra la ignorancia fascista que olvida a quienes quemaron su vida para dar luz al camino de la libertad.
Aquella potente clase trabajadora forjada en sus orígenes en la Bizkaia de finales del XIX en las huelgas de 1890, 1903, 1917… en la cuenca minera, en los enfrentamientos con la patronal organizada en la “Liga Vizcaina de productores”, de los Chavarri y Cia con los que en 1918 pactaría Indalecio Prieto para alcanzar su escaño de diputado por Bilbo , para defender la unidad española frente a un pujante aunque dividido nacionalismo vasco.
Ya entonces el “fantasma de la independencia” era vergonzoso motivo para unir la cúpula del socialismo españolista con la “Liga Monarquica”. De aquella clase trabajadora rompieron los primeros comunistas vascos encabezados por Perezagua fundador del socialismo vasco y Bullejos indiscutible dirigente del Sindicato Minero y pronto secretario general de la sección española de la Internacional Comunista.
Aquellos primeros comunistas aprendieron en su lucha frente a la patronal vasca, que se había convertido en la fuerza dinamizadora de la España de la Restauración, y frente a las desviaciones reformistas de un PSOE ya respetuoso con las “razones de Estado,” y el nacionalismo de tenderos posibilistas (Comunión Nacionalista) de los Sota, Engracio Aranzadi…conforme con un bucólico pais con peculiaridades respetadas dentro de la unidad de España.
Aquellos primeros comunistas vivieron en la Euskal Herria de principios del XX tras la pérdida de bienes comunales y viejas leyes nacidas de la costumbre, vestigio anacrónico de un pasado ancestral. Aquellos baserritarras expulsados de sus tierras por la violencia del ejército español“giri” y aquellos emigrantes expulsados también por la crueldad e ignorancia de los terratenientes españoles hicieron realidad aquella frase de K. Marx en el Manifiesto Comunista: “Los proletarios no tienen patria”.
Así comenzaron a luchar, para sobrevivir de la miseria y brutales condiciones de vida bajo los capataces cipayos que controlaban militarmente el trabajo el consumo y las vidas, a través de los “miserables”ranchos mineros. Y todo ello frente a un ejército español que desde el comienzo obedeció a sus dueños frente a las reivindicaciones obreras. Así es como aquel primer proletariado vasco nacido del campesinado pobre, derrotado en1876 y de emigrantes riojanos, leoneses, castellanos… empezaron a creer en la necesidad de una Euskal Herria de los trabajadores. Muy posiblemente nadie, aquí y entonces, conocía la propuesta de Marx ( Crítica al Programa de Ghota ) de 1875 sobre la necesidad que tiene el proletariado en su lucha de constituirse en clase nacional. Es todo un fundamento para entender que la solidaridad internacionalista se realiza a partir de la liberación del espacio propio. El internacionalismo empieza con la autodeterminación.
Desde los años veinte se van produciendo acciones conjuntas entre los primeros comunistas y el nacionalismo radical de la “Juventud Vasca”, más tarde Jagi-Jagi, que se inician a partir de la solidaridad de los jóvenes independentistas ante detenciones de obreros comunistas, se concita la reivindicación independentista de los nacionalistas radicales con la estrategia leninista de la liberación de los pueblos. No es extraño que el 14 de Abril del 31 los comunistas salieran a la calle con el grito de ¡muera la República vivan los soviets!. Hasta 1935 las posición de los comunistas vascos frente al Estatuto fué: “¡No al estatuto de la claudicación, por no ser expresión jurídica de la soberanía del pueblo vasco”.
No eran muy diferentes aquellas consignas de la Internacional Comunista que en carta de su portavoz Manuilsky en Mayo de 1931 plantea “el objetivo del Partido Comunista es el de crear sobre las ruinas del estado español la libre federación ibérica de repúblicas obreras y campesinas de Cataluña, Vasconia, España, Galicia y Portugal”.
En 1933 la “Plataforma Vasco-Navarra”que organiza a los comunistas vascos, formula literalmente la estrategia de “liberación nacional y social de Euzkadi”.
Y en Junio de 1935 nace la organización “Partido Comunista de Euzkadi”.
El Acta Fundacional (1935) de aquella primera organización comunista vasca, que inicia protocolariamente “La constitución del Partido Comunista de Euskadi es. pues, la confirmación de la política de liberación nacional y social de nuestro Partido hermano de España y de la Internacional Comunista”.
Continuando “El Congreso Nacional del Partido Comunista de Euskadi reconoce plenamente la existencia de la nacionalidad vasca, expresada en la comunidad de idioma. territorio, homogeneidad étnica, cultura y sobre todo, en la voluntad decidida de la mayoría del país, que lucha por sus derechos nacionales frente al imperialismo español que lo sojuzga en combinación con la burguesía vasca y los grandes propietarios de Euskadi”.
Y rematando ”El Partido fundamenta su existencia en la lucha por la Autodeterminación de Euskadi y muestra su apoyo y solidaridad con la lucha por la independencia de Cataluña Galicia y Marruecos, pueblos oprimidos por el imperialismo español”.
Mucho sabemos por el testimonio oral de quienes vivieron o vieron sin olvidar aquellos momentos. Y por otro lado algo nos quedó de aquella prensa clandestina como: La Internacional Comunista (1919-1938 ), El Comunista (1920…), Comunismo(11 nº), Bandera Roja (1930-1931),Mundo Proletario(1931) Bolchevismo (1932…), Boletin int. P.C.(Fed. Vasc.Na ) (1934-1935 ) Boletin int. P.C. Vizc. (1935 ), Euskadi Roja (1933-1937) ( 1946-1948) (1952-1956) Mundo Obrero(1930..) Erri(1937) N. Bandera(1937..), Alkartu (1944-1947),Aurrera (1947), Arragoa(1947…
En aquella constitución del partido de los comunistas vascos, en los debates de los años 30 y en sus pasos definitivos, mucho tuvieron que ver Jesús Larrañaga Churruca, Juan Astigarrabia Andonegui y los tres hermanos Zapirain. Los primeros debates teóricos del colectivo guipuzcoano se conocen en aquellas publicaciones de Euskadi Roja que será el organo oficial de los comunistas vascos.
Para nosotros todos fueron Jesús Larrañaga. Aquel que cayó atravesado por las balas del pelotón fascista un 21 de Enero de 1942. El grito de ¡Gora Euskadi Askatuta! sonó con la fuerza de aquel que al frente de su batallón lanzó en las calles de Bilbao frente al lehendakari Aguirre , al retorno victorioso de su primera intervención en el frente de Asturias. Junto a él Imanol Asarta, el donostiarra que le acompañó desde la batalla de Donosti. Cumplió con lo prometido al capellán que le había visitado el dia anterior. “Mañana al amanecer le enseñaré como muere un comunista”. Murió como vivió.
Habían sido 39 años, desde su nacimiento en Urretxu hasta el momento final en las paredes del cementerio del Este, en la vida de Jesús Larrañaga reflejan, reflexión hasta la duda sistemática y audacia sin límite, en un hombre multifacético de actividad inagotable, que llenaba el entorno de alegría, con una sencilla humildad que imprimía naturalidad a las mayores dificultades, hasta en la propia muerte.
Había sido implacable en la lucha y magnánimo en la victoria, amigo de sus rivales políticos. Fué un revolucionario que vivió todos los frentes de lucha. Su talante libertario le impulsó a sumar fuerzas. Fué abertzale y comunista de una pieza. Su identidad es ejemplo de aquel pasado roto, que hoy reaparece para construir la Euskal Herria y el mundo que aún no es.
Atrás quedaban aquellos años de primera militancia en “Juventud Vasca” y más tarde en “ Jagi-Jagi” donde junto a Eli Gallastegi (Gudari) comenzó a luchar por la “independencia de Euzkadi”, por la que fue leal hasta el final de su vida.
Se había iniciado sindicalmente en SOV ( solidarios vascos, hoy ELA ) iniciándose en la CAF de BEASAIN, su pueblo, y expulsado al participar en una de las primeras huelgas .
Continua:
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La prehistoria de la izquierda abertzale (III) (Parte 2)
JK.