NUEVA CALEDONIA Y EUSKAL HERRIA

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NUEVA CALEDONIA Y EUSKAL HERRIA

          Estos días ha saltado a la actualidad esa remota isla, situada en nuestras antípodas, que se llama KANAKI (los franceses la rebautizaron como NUEVA CALEDONIA). Está situada al Este de Australia, en el Mar del Coral y tiene una superficie similar a la de nuestro País, aunque una población menor, con tan solo unos 270.000 habitantes. Actualmente es propiedad, colonia, francesa. Los aborígenes se han vuelto a hartar y ha habido “enfrentamientos armados, saqueos e incendios, con un saldo de al menos seis muertos, entre ellos algún gendarme”, según rezan los titulares.

          Francia “tomó posesión” de la isla, es decir, la invadió, ocupó y colonizó, en 1853. A nosotros nos hicieron lo mismo hace varios siglos en el Norte de nuestro País, Lapurdi y Zuberoa primero, a manos de Inglaterra allá por 1100, 1200…, Francia después. A este lado de los Pirineos, la España de entonces también hizo lo propio con Araba, Gipuzkoa y Bizkaia por esas fechas, repitiendo la operación con Nafarroa en 1512; para 1520 no nos quedaba nada de independencia en Euskal Herria. Un tanto a favor de los kanaks, que se mantuvieron libres como Pueblo durante varios siglos más que los vascos.

         Francia utilizó la isla como prisión durante las dos primeras décadas, lo mismo que hacía Inglaterra con la vecina Australia. Pero el interés por su dominio estribaba en que constituía una base estratégica para el comercio y la navegación en el Pacífico, además de ser una de las mayores reservas mundiales de níquel, metal que es clave actualmente para la fabricación de baterías para los coches eléctricos. Para proteger todo eso, Francia ahora tiene una importante presencia policial y militar en la isla, con una Base Naval y otra de Pruebas de Misiles Nucleares.

         El trato dado por Francia a los aborígenes fue desde el principio vejatorio, despojándoles de las mejores tierras y expulsándoles a las zonas más agrestes, a pesar de la resistencia de los kanak, que respondieron con muchas rebeliones y resistencia armada. Otro tanto a favor de ellos. Muchos han sido asesinados a lo largo de la ocupación del territorio, no solo por los militares, sino también por milicias formadas por colonos franceses (me recuerdan a los colonos israelíes en Palestina). No ha mejorado mucho la situación de los naturales en los años transcurridos, puesto que en la actualidad, los kanaks ganan un 32 % menos que el resto de la población. Otro dato importante es que un 80% de la población reclusa está formada por aborígenes.

          Pero el Pueblo de Kanaki, junto a otros, tuvo la suerte de que la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1960, aprobó su Resolución 1514, en la que:

          Se proclama la necesidad de poner fin rápida e incondicionalmente al colonialismo en todas sus formas y manifestaciones y declara que todos los pueblos tienen el derecho a la libre determinación.

          Como consecuencia de lo anterior, en el Capítulo XI de la Carta de las Naciones Unidas, se define a estos “Territorios no autónomos” como “Aquellos cuyos Pueblos no hayan alcanzado todavía la plenitud del gobierno propio” y se establece una lista de 72 de estos territorios, entre los que figura Nueva Caledonia. Hoy en día aún quedan 17 de aquellos territorios que no han recuperado la independencia, a pesar de lo de “poner fin rápida e incondicionalmente” que establece la citada Resolución 1514, muestra clara de cómo se resisten algunas potencias coloniales a devolver lo robado, clave de esa PAZ de cuya consecución tanto se alardea. Y Nueva Caledonia sigue en la lista, vigilada por el Comité de Descolonización desde 1963. Otro punto para ellos.

          Pero “Hecha la ley, hecha la trampa” y Francia sigue intentando desactivar la capacidad decisoria de los kanak respecto a autodeterminarse y recupera la independencia primitiva de su Pueblo. Para ello, su táctica es intentar inflar el Censo Electoral con residentes franceses, es decir colonos (como Marruecos pretende inflar con marroquíes el Censo de los saharauis), que desvirtúen la voluntad popular y aseguren un voto negativo a la soberanía de la isla, es decir, a su independencia.

         A principios de la década de los 70, la masiva afluencia de colonos franceses, redujo ya la población aborigen a un 41,2 % del Censo, con un 24,1 % de franceses y un 8,3 % de procedentes de Walls y Futuna; el resto, vietmanitas, tahitianos, indonesios, cuyo único interés es sobrevivir.…Un tanto negativo para los kanak, de cara al futuro.

         ¿Y cuál es el impacto de la inmigración no ordenada ni contralada por los vascos en nuestro país, de cara a un futuro Referéndum de Autodeterminación? Pues según un estudio sobre la inmigración realizado por la UPV con base a una investigación de Julio Araluze para IPES:

         “Hubo un primer flujo inmigratorio importante a partir de 1870, consecuencia del desarrollo minero e industrial, que dio lugar a que en Bizkaia, en 1900, la población nativa se redujera al 74%. Un segundo gran flujo, en época franquista (1950 a 1970), redujo la población nativa al 53% en Egoalde (no tengo datos de Iparralde)”.

          En la actualidad habría de añadirse una población inmigrante de fuera de España de un 10%, mayoritariamente latinoamericanos. Empatados a los kanak.

          Las revueltas aborígenes, sobre todo en los años 80 y el surgimiento del FLNKS, Frente de Liberación Nacional Kanako y Socialista, han llevado a Francia a permitir a los kanakos acuerdos internacionales y bilaterales, así como a negociar propuestas hacia un proceso real de descolonización. Se han realizado varios acuerdos entre aborígenes y potencia colonizadora, como el de Matignon en 1988 y el de Numea en 1998, donde se estableció la “Ciudadanía de Nueva Caledonia” que exigía, para pertenecer al Censo Electoral, tener al menos un progenitor kanak o llevar residiendo al menos 10 años en la isla a fecha 8 de Noviembre de 1998. Un tanto positivo para los kanak.

         En función de esos acuerdos, se han celebrado tres Referéndums, pero con resultados negativos para los aborígenes, quienes con su actual 40% de la población total, no han podido superar, en 2014, un 43,6% de los SI a la independencia, contra un 56,4% contrarios, aportados por los colonos franceses y una gran parte de los inmigrantes asiáticos deseosos de obtener la ciudadanía francesa. Repetido el Referéndum en 2020, los votos contrarios a la soberanía se redujeron al 53,26%, pero a los kanak les seguía faltando un 3,3% para volver a ser libres. Un ltimo Referéndum en 2021 fue boicoteado por los aborígenes, debido a problemas no atendidos por la pandemia de Covid, lo que permitió a los independentistas obtener un 96,49% de votos contrarios a la independencia. Otro tanto negativo para los naturales de Kanaki.

          Pero hay un punto de esperanza para Kanaki, Nueva Caledonia. Un 3,3% de votos libertarios le separan de la Independencia y el Socialismo. Por eso el Senado francés ha querido modificar nuevamente los requisitos para poder votar en un próximo Referéndum de Autodeterminación, de Independencia. De ahí las recientes revueltas de los kanak, que han obligado a Macron a acudir a la paradisíaca isla acompañado de 1.000 gendarmes de paz.

          ¿Y nosotros? ¿Qué futuro nos espera como Nación que hace ya más de 500 años perdimos la libertad porque fuimos invadidos, sometidos, ocupados y colonizados? No tenemos FLNKS. ¿Ir a Madrid a defender a los españoles de su propia ultraderecha?

 

Begirale

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