Las víctimas invisibles. Terrorismo de estado (IV).
1976 Primer año completo tras la muerte de Franco.
Primera parte (fuerzas de seguridad del estado).
Designado 6 años antes por Franco como su sucesor, Juan Carlos I ya había sido proclamado Rey de España. Fue él quien confirmaría a Arias Navarro como presidente, pero el malagueño dimitió a mediados de año y se decidió colocar en el puesto a un franquista de perfil bajo, alguien que hubiese pasado discretamente esos años de languidecer del dictador. El elegido seria Adolfo Suárez, hasta entonces Ministro de Gobernación y Vicesecretario general del Movimiento, que también había sido director de TVE y por tanto, todo un experto en manipulación y lavados de cara. Elaborada la “Ley para la reforma política”, se votó en referéndum en diciembre. Ya lo había dicho en las Cortes franquistas Arias Navarro antes de dimitir, “os corresponde la tarea de actualizar nuestras leyes e instituciones como Franco hubiera deseado”. Así que nadie mejor que Don Manuel Fraga para llevar a cabo la tarea de diseñar el programa de esas leyes con las que hacer creer al personal que, quienes habían de dirigir esa nueva etapa, habían cambiado de la noche a la mañana. ¿Éramos un pueblo libre? ¿Ya no había represión? ¿No se ejercía la violencia desde el estado y contra la población? ¿Muerto el perro se acabó la rabia? ¿Con los mismos empresarios-estómagos agradecidos, los mismos ministros y los mismos mandos policiales y militares que en tantos años de dictadura? El terrorismo de estado no desapareció con el franquismo. Muy al contrario, fue perfeccionado para ser ejercido de forma quizás más sibilina.