¿Artesanos de la Paz?

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¿Artesanos de la Paz?

         El juicio en París contra dos miembros del grupo de ciudadanos de Iparralde apodados por la prensa como “artesanos de la paz”, que colaboraron con la policía francesa respecto al desmantelamiento de los arsenales de ETA, ha llegado a su fin. Inicialmente el fiscal francés solicitaba

10 años de prisión por tenencia y traslado de armas y explosivos, pero parecía que se quedaban en penas que no superarían los 2 años, por lo que no entrarían en prisión. Finalmente, los jueces franceses han atendido a las manifestaciones de los “artesanos”, que reclamaban haber actuado a favor de la paz y colaborado con la policía francesa, aplicándoles un veredicto de culpabilidad pero con una pena simbólica, es decir, nada, porque según los propios juzgados, los jueces reconocieron que toda su actuación fue “a favor de la paz”.

          ¿De la paz? ¿A qué se refieren, tanto estos dos sentenciados como los representantes de los partidos supuestamente abertzales, cuando se llenan la boca con grandilocuentes referencias a “la PAZ”? Dicen, al respecto, las Naciones Unidas:

                   “La PAZ es mucho más que la ausencia de guerra. Es un proceso dinámico y participativo en que se debe promover el diálogo y solucionar los conflictos.”

          En el Capítulo I, Artículo 1, de la Carta de las Naciones Unidas, se propugna:

                   Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y tomar otras medidas adecuadas para fortalecer la paz universal.

          En un pormenorizado artículo de NAIZ se nos había contado recientemente que la actuación en Iparralde de los “artesanos de la paz”, en Luhuso, supuso “un acontecimiento excepcional y genuino de nuestro proceso de paz”, “una experiencia sin igual en el mundo, digna de ser estudiada como referencia por agentes y personalidades expertas en resolución de conflictos”, ”una solución creativa”, “su acción fue determinante”, etc., etc., “todo ello para evitar que se obstaculizara el nuevo tiempo que se estaba abriendo en Euskal Herria”.

         ¿Nuevo tiempo? ¿Proceso de paz? ¿Se ha cumplido alguna de las dos sencillas bases con las que define la paz las Naciones Unidas? Ni se ha abierto un proceso de diálogo entre las partes enfrentadas, ni se ha dado siquiera un primer paso para la resolución del conflicto nacional de Euskal Herria con España y Francia. Ahí están nuestra falta de soberanía, de reconocimiento como nación, nuestro reparto territorial entre dos Estados ajenos mientras nos niegan el nuestro los mismo que lo piden para Palestinanuestros presos y exiliados, la explotación del capitalismo sobre nuestra sociedad… pero dicen que son “los nuevos tiempos”. ¡Y un cuerno! ¿Se ha atendido la recomendación sobre respetar la igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos? La Independencia y el Socialismo, única solución a nuestros problemas, “sin ansia ni prisa”, como dice Otegi.

          Añade NAIZ que “ETA abordó su desarme sin tener garantizado a cambio ningún tipo de contrapartida en el resto de las consecuencias del conflicto”. Efectivamente, cosa que en ningún tipo de conflicto armado ocurre, por ejemplo con los poli-milis en su tiempo o en Irlanda o Colombia más recientemente, donde al menos los presos se fueron libres a casa. Ese desarmarse de ETA, sin más, significa rendirse por rendirse, como si una iluminación divina hubiera caído del cielo sobre la Organización, dispuesta a asumir el encarcelamiento o la expatriación de sus militantes, con las penas que les quisieran imponer aquellos contra los que habían luchado, sin obtener ni la mínima ventaja para la situación de sus compatriotas, de la nación por la que lo hacían, ni siquiera la libertad de sus propios presos. Y no tengo a los militantes de ETA por tontos ni por masoquistas, de lo que deduzco que se han visto obligados o engañados para hacerlo, por aquellos a los que “sobraban y estorbaban”. Y mientras tanto, “políticos” y “artesanos” pretenden engañar a sus conciudadanos con continuas referencias a una paz y una convivencia carentes de contenido.

          En definitiva, todos esos que tanto en Iparralde como en Egoalde, en Luhuso o en Madrid, colaboran con los Estados español o francés, ¿qué son? ¿artesanos o colaboracionistas?

 

Begirale

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