Euskal Herria, 2025: Estrategia y táctica

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Euskal Herria, 2025: 

 Estrategia y táctica

Solían decir que en el Servicio Militar se aprendía mucho, se espabilaba. Era uno más de los mitos que circulaban por entonces. No obstante, yo sí aprendí una cosa, aunque no fuera más que eso, en el tiempo que tuve que pertenecer, obligado, al Ejército de ocupación español en Marruecos. Se nos proponía plantearnos una hipotética situación en que nos encontráramos en el campo de batalla, ante el enemigo, con nuestro fusil en las manos, necesitados de decidir qué movimiento realizar. Aquellas recomendaciones se nos hacían orientadas al combatiente individual, pero eran de aplicación, sin duda, para orientar a cualquier colectivo en lucha.

 Se nos enseñaba que, tras analizar la situación, aplicáramos una secuencia consistente en contestarnos, previamente a movernos, a las siguientes preguntas:

 A donde- Por donde- Cómo y Cuándo

Conceptos simples, elementales, pero imprescindibles en muchas facetas de la vida y también en el terreno político, activista. Análisis de la situación, fijación de una Estrategia y determinación de una Táctica. 

El análisis previo de la situación, del terreno, de las posiciones, de las fuerzas intervinientes propias y enemigas, etc., si lo trasladamos a nuestra lucha ideológica y social en nuestro entorno actual, precisaría añadir un cierto conocimiento de los derechos de los pueblos, de las naciones, reconocidos o no internacionalmente, datos sobre los que han logrado su libertad nacional desde el final de la segunda guerra mundial, que son muchos, sobre los procesos de las naciones que han intentado su emancipación nacional en los últimos años, como Escocia, Irlanda, Catalunya, Canadá. Requeriría un conocimiento específico sobre nuestra propia realidad social y política, nuestra dependencia colonial de dos Estados extranjeros y nuestra división interna en cada uno de ellos, nuestros problemas de identidad, lingüísticos, de acoso judicial a a nuestros derechos nacionales, los resultados de los sondeos de opinión política. Las fuerzas políticas, sociales y sindicales, que han cambiado radicalmente en las últimas décadas en Euskal Herria. Las organizaciones juveniles, con la desaparición de muchas de ellas o el surgimiento de nuevas, algunas de vida efímera, otras que parecen abandonar la reivindicación de liberación nacional y que propugnan solo la de liberación social de clase, pero en entornos ajenos. Ni ikurriñas, ni cadenas, ni leones: sólo banderas rojas. 

Tras ese análisis previo de nuestra situación nacional e internacional, la primera decisión, respondería al “a donde”, supondría lo que entendemos por Estrategia, objetivos, metas a alcanzar. Una estrategia que correspondiese a las necesidades, a los derechos de nuestro colectivo nacional, a la justicia y a lo razonablemente posible; bien pudiera ocurrir que en un momento determinado se considerase, en función de los equilibrios de fuerzas u otros factores, como no posible o extremadamente difícil alcanzar esos objetivos en un corto plazo, lo cual no significa que hubieran de abandonarse, sino atemperar la táctica, el “por donde, el cómo y el cuando” a las circunstancias, pero sin abandonar lo que ideológicamente consideramos justo para nuestro pueblo. 

A ese análisis podíamos responder como Pujol, que “España es un país poderoso y Catalunya no va a poder ser independiente, por lo que me conformo con una amplia autonomía que nos permita mantener la identidad catalana”. 

También podemos conformarnos con “que reconozcan que los vascos constituimos una nación y podamos vivir cómodamente en España”, como decía Ortuzar, pero sin aclarar a qué se refiere como “nación vasca”, si a la CAV, a la CFN, a Iparralde o al conjunto de Euskal Herria. ¿Y los derechos nacionales? Pero ahí aparece la eterna incongruencia discursiva, pues la nueva presidenta del GBB del PNV, Mª Eugenia Arrizabalaga, ha manifestado recientemente que la esencia soberanista del PNV busca como fin último lograr "una Euskadi libre". Arrizabalaga cree que el reconocimiento de Euskadi como nación debe de ser "con todo su significado" y con lo que ello implica como el derecho a la autodeterminación. ¿Se trata solamente de mantener la postura más nacionalista de su antecesor Joseba Egibar, o se respiran nuevos aires en su Partido? ¿Añadirá algo Aitor Esteban?

 Incluso también podemos reconocer solemnemente, como hacen los oficialistas de EHBILDU, que nuestro Pueblo, nuestra Nación, es efectivamente la del Zazpiak Bat y que como consecuencia de la ya antigua ocupación militar de nuestro País por dos Estados ajenos, España y Francia, nos tienen divididos en dos grandes parcelas a ambos lados de los Pirineos. Que a la parcela sur, la peninsular, nos tiene subdivididos en dos sub- parcelas que llaman eufemísticamente “Comunidades Autónomas”, mientras la parcela norte, la continental, ni siquiera llega a eso, por lo que ahora la denominan “Euskal Hirigune Elkargoa” y oficialmente es solo parte del Departamento francés de los Pirineos Atlánticos. Pero que aceptamos esa situación de división impuesta, sin prisa y sin ansia para resolverla y mientras, a ver si nos permiten crear una especie de República Confederal, dentro del Estado español, si los habitantes de cada sub-parcela así lo desean. ¿Y de Iparralde qué?

Y todo esto viene a cuento de que, al menos a muchos vascos que nos tenemos por abertzales y no hemos renegado de las luchas anteriores, las del los siglos XIII y XVI o las de estos dos últimos siglos, vemos un panorama triste y preocupante, con cambios inaceptables en estrategias y en tácticas, tanto entre los compatriotas con los que antaño compartimos militancia como en los que están llamados a reemplazarnos por ley de vida, la juventud. 

Aquella ESTRATEGIA tan nítidamente reflejada en el eslogan “INDEPENDENTZIA ETA SOCIALISMOA”, que marcaba como objetivos tanto nuestra liberación nacional como social, están siendo sustituidas por consignas de aceptación de las realidades impuestas que nos colonizan y nos dividen internamente. Aquellas TACTICAS que se caracterizaban por la distinción clara de quiénes eran nuestros enemigos, de clase y nacionales, así como por una praxis de enfrentamiento, de resistencia, de lucha, de no colaboración con ellos, se han convertido en cálculos electoralistas donde se priman otros intereses, como el acceso al poder y a la cómoda vida institucional. Donde el objetivo es colaborar con Madrid para frenar el avance a la extrema derecha en España. ¿Es acaso la izquierda española, el PSOE, más proclive que VOX a devolver la independencia a Euskal Herria o a Catalunya? 

 Aquel grito “! Presoak kalera, Aministia osoa !” que caracterizaba nuestras manifestaciones, eliminado por decisión de los actuales dirigentes de los nuevos tiempos y sustituido por organizaciones como SARE, que todo lo que pide es que los presos acepten la legalidad que les encarcela, la condición de “comunes” y se aferren a los terceros grados y otras “ventajas”, pero sin exigir su amnistía, su liberación, como si se aceptara que “algo habían hecho y lo tenían que pagar”.

ETXERAT también, la organización de parientes y allegados de los presos de ETA “ha pasado muchos años haciendo campaña por una amnistía general para todos estos presos. En 2013 el EPPK anunció que dejaba a un lado la exigencia de amnistía general, que había sido hasta entonces su objetivo principal y en 2016 anunció un debate para que los presos puedan ajustarse a “la legalidad”. Es más, el EPPK pidió “que se acaben los homenajes públicos a los ex reclusos de la banda porque causan dolor a las víctimas”, decidiendo que, en lo sucesivo “los recibimientos sean en un espacio privado entre allegados”. De GURE ESKU, ¿qué vamos a decir? 

 Un estudio cifra en unos 7800 los miembros y colaboradores de ETA detenidos hasta 2003. En la actualidad, hay 146 presos de ETA. El último preso está previsto que extinga su condena en 2031, porque están cumpliendo sus condenas íntegras, no como los comunes. A pesar de que el actual y parece que futuro líder de la Izquierda Abertzale Oficial, Arnaldo Otegi, aseguró muy tajantemente ante los jueces españoles que “ETA sobra y estorba”, su organización EHBILDU sigue utilizando todas las efemérides de acciones importantes de la Organización Armada (Lemoiz, Carrero Blanco, etc.) y los aniversarios de los hechos luctuosos de sus militantes, como las muertes de Dabi Alvarez Peña, Txiki y Otaegi, Txabi Etxebarrieta, etc., para mantener a sus actuales seguidores en ese limbo de “hemos dejado de serlo, pero en el fondo seguimos siéndolo”.

 Pero varios miembros del Colectivo de Presos Políticos Vascos, el EPPK, lo han ido abandonando por disconformidad con el plegado de sus responsables a las consignas de los que plantean “todo para los presos, pero sin los presos”. En 2015 David Pastor fue el primer preso etarra que abandonó el colectivo, como protesta porque éste dejó de exigir la amnistía…Un grupo de componentes del EPPK han ido abandonando, desde hace tiempo, el colectivo, no se si serán del orden de unos 15, que automáticamente han dejado de recibir las ayudas habituales de abogados, médicos, etc.. En la revista KALAPUTXI de Mutriku, otro preso o varios (no aparecen firmas) ha publicado un escrito de crítica en el que denuncian la falta de coherencia del colectivo, sometido a las órdenes de quienes, argumentando la necesidad de hacer virar al trasatlántico de la Izquierda Abertzale, lo que han logrado es hundirlo.

A finales del pasado mes de Diciembre, Orkatz Gallastegi, miembro de ETA que lleva 23 años cumpliendo condena, ha abandonado también el EPPK. El y sus hermanas Lexuri e Irantzu, presas también con largas condenas, son sobrinos de Iker Gallastegi Miñaur (dirigente en su día de EGI, las juventudes del PNV) y nietos del legendario Eli Gallastegi. Orkatz argumenta en su escrito “el profundo desacuerdo con la línea y estrategia política que ha desarrollado la Izquierda Abertzale en los últimos años, que le ha llevado a desidentificarse con ese movimiento político que, habiendo sido referente para la liberación nacional y social de Euskal Herria, ha dejado de serlo. Reivindica que el rol de los presos es mantener la legitimidad de la lucha política que les ha llevado a ser presos, sin negar ni condenar el derecho de un pueblo a hacer frente a la opresión y critica la falta de coherencia del EPPK por imposición de la actual Izquierda Abertzale”. 

 ¿Debería cambiar de nombre el EPPK por el de EPAK, Colectivo de Presos Comunes (“Arruntak”) Vascos?. Parece que hay más coherencia crítica entre algunos presos que entre mayorías de seguidores de la Izquierda Abertzale Oficial, porque ¿qué pasa, entretanto, con ese amplio colectivo de seguidores de EHBILDU que, abertzales y luchadores de antiguo, ni se han mareado siquiera con el drástico viraje de su trasatlántico a manos de Otegi y su equipo? ¿Y con aquél cerca de 30 % de disconformes en un anterior Congreso de su coalición?

Y al final vienen las preguntas. ¿Necesitamos renovar el ANÁLISIS DE COYUNTURA para después adaptar nuestra ESTRATEGIA o nuestra TÁCTICA? Así se lo planteó el propio LENIN cuando publicó en Iskra, en 1902, su conocido ¿QUÉ HACER?. Una pregunta que no dejaba de abrir nuevas preguntas y que queda muy complementada con aquella otra publicación anterior que tituló como ¿POR DONDE EMPEZAR?, ambas muy interesantes pero que se referían a su Pueblo, a su Nación, a Rusia. ¿Y en nuestra Euskal Herria?

 

Begirale

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