ENTRE SANTOÑA Y AIETE: De Traiciones y Traidores 2ª Parte: 2011-2024

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ENTRE SANTOÑA Y AIETE: De Traiciones y Traidores

2ª Parte: 2011-2024

Antes de entrar en el siglo XXI, un pequeño salto atrás hasta 1979, 42 años después del Pacto de Santoña, cuando el PNV presenta su Estatuto de Autonomía. El último proyecto al respecto, elaborado en 1931 por la Sociedad de Estudios Vascos y titulado “Estatuto General del Estado Vasco”, incluía a los cuatro territorios de la Euskal Herria peninsular, Araba, Gipuzkoa, Nafarroa y Bizkaia, que se constituirían como Estado autónomo dentro de la totalidad del Estado español, con una estructura federal y gobernada por un Consejo General Vasco, con veinte representantes por cada Territorio y presidido rotatoriamente por un representante de cada uno de estos, con sede en Gasteiz. El poder judicial sería ejercido por el Tribunal Supremo del País Vasco, con sede en Iruña y cuyos miembros deberían demostrar conocimiento y habla corriente del euskera.

 

En el Estatuto de Autonomía de 1979, el PNV establece en su Art. 2 que la Comunidad Autónoma está formada por Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, así como Navarra en el supuesto de que ésta última decida su incorporación. Y en el Art. 1, dice que “el Pueblo Vasco o Euskal Herria se constituye en Comunidad Autónoma bajo la denominación de Euskadi o País Vasco”. Eso significa que fuera de esos Territorios, fuera de la CAV, no hay Pueblo Vasco, ni Euskal Herria, ni País Vasco, ni vascos. Del “Zazpiak bat” sabiniano a las antiguas Provincias Vascongadas, con la triste consecuencia de que al cabo de tantos años la gente se va acostumbrando a llamar Euskadi a esos tres territorios y tiene que recurrir al término Euskal Herria cuando quiere referirse al auténtico Pueblo Vasco. Considero esto una deslealtad para con el ideario nacionalista, vasquista, abertzale o como se le quiera llamar y un menosprecio para tantos miles de sus propios votantes y afiliados que siguen considerando como su nación, su patria, a la totalidad de su País, Euskal Herria, esa a la que el fundador de su Partido llamó Euzkadi, así como a tantos y tantos gudaris y patriotas que cayeron bajo las balas fascistas con el grito de ¡Gora Euskadi! en su boca. Pero no hemos de obviar que, en castellano, deslealtad es sinónimo de TRAICION.

 

Y antes de abordar, ahora, el tema de la Conferencia de Aiete en 2011 y sus consecuencias, recordar que, así como los Pactos de Bilbao y Santoña en 1937 fueron precedidos por conversaciones secretas en Donostia con los del otro bando, aquí también hemos de remontarnos al año 2000 cuando Arnaldo Otegi comenzó a reunirse en secreto en Elgoibar, su pueblo natal, en el caserío Txillare de su amigo Peio Rubio, antiguo militante de LKI, con Francisco Egea, que había sido consejero del PSE-PSOE en el Gobierno de Ardanza. Lo hacía “por mi cuenta, sin informar a mi Partido, porque si lo dices no empiezas”. Visto el cariz de las cuestiones que planteaba Otegi, enseguida es llamado el presidente del PSE, Egiguren que contacta con su jefe de filas, Rubalcaba, quien en adelante controlará los contactos. No son conversaciones entre dos o tres, sino que toman parte los equipos de ambos grupos, Pernando Barrena, Rufi Etxeberria, Diaz Usabiaga, etc. con Otegi y Patxi López, Rodolfo Ares, José Antonio Pastor, Frantxua Maitia, etc. por parte del PSOE. (Ver reportaje en Internet, “El fin de ETA”). Allí se dice, entre otras cosas, que “Zapatero estaba estudiando indultos para los presos de ETA, a cambio del final de la violencia”, pero parece que no le insistieron demasiado, no fuera a ser que salieran y estorbaran. Rubalcaba afirma también que “ETA tenía el apoyo social, que no estaba dispuesta a ceder, hasta que Batasuna decide romper”. Allí negociaron, durante años, el fin de ETA, a cambio de la legalización e institucionalización de los conversos. Ya lo había manifestado claramente Rubalcaba: “No legalizaremos Batasuna hasta que ETA desaparezca”. Tampoco hablan los de Otegisolamente con el PSOE, sino que se tienen algunas reuniones, en un pueblecito de Burgos, con emisarios de Aznar como Martí- Fluxá, Arriola y Zarzalejos. (ver vídeo en Internet ,“Txillarre, el inicio del fin”). Una TRAICION en toda regla, con un equipo de traidores encabezado por Otegi.

 

Y ya maduros los tratos secretos, se escenifica el 17 de Octubre de 2011 el Pacto, llamado pomposamente Conferencia Internacional de Paz de San Sebastián, que va a dejar a los militantes de ETA en prisión para muchos años, como les ocurrió a los combatientes del Ejército regular de Euskadi tras el Pacto de Santoña. Las personalidades internacionales que componen la Mesa, entre ellos Gerry Adams y Bertie Ahern, participantes en Irlanda de los Acuerdos de Viernes Santo, declaran que “Hemos venido con la esperanza de poder ofrecer ideas desde nuestra propia experiencia resolviendo largos conflictos” y “Ha llegado la hora de finalizar la última confrontación armada en Europa”. La Wikipedia le llama “Conferencia Internacional para promover la resolución del conflicto en el País Vasco”.

 

Estas personalidades que presiden la Conferencia quieren “terminar con una situación de violencia y conflicto y lograr una paz duradera” y “superar el conflicto mediante el diálogo, la democracia y la completa no violencia”. Por todo ello, dicen:

 

1-  Llamamos a ETA a hacer una declaración pública de cese definitivo de la actividad armada y solicitar diálogo con los Gobiernos de España y Francia, para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto.

 

Ahí aparece la trampa, recordándonos la del Convenio de Bergara, sustituyendo lo de “resolución del conflicto”, su “superación”, por eso de “exclusivamente las consecuencias”. Incluso cuando, tras negociar Urrutikoetxea con Egiguren en Ginebra ETA declaró un alto el fuego, el 22- 3-2006, exigió el “Reconocimiento de los derechos del Pueblo Vasco (los siete territorios), la superación del conflicto y una paz basada en la justicia”. Lo recordó en su reivindicación del atentado de la T4, a finales de ese mismo año: “Superación del Conflicto y reconocimiento de los derechos de Euskal Herria”. El propio Egiguren manifiesta, en esos vídeos a los que hago antes referencia: “Frente a los que negaban que existía un conflicto, me di cuenta de que existía un conflicto y de los gordos”. Pero en los 4 puntos siguientes, la declaración se limita a recalcar lo de “tratar exclusivamente de las consecuencias del conflicto” y de pedir pasos profundos para avanzar en la reconciliación, reconocimiento de las víctimas, el dolor causado, etc., etc. Los presos de ETA siguen en prisión, los del IRA salieron. Eso fue una TRAICION, señores irlandeses y señores ilegalizados que, anhelando la vuelta a las instituciones, daban apoyo al montaje.

 

Pero el objetivo de tantos años de conversaciones, tratos secretos y Conferencia internacional era simplemente acabar con ETA, como lo manifiesta Rodríguez Zapatero en la entrevista con GARA del mes pasado: “La izquierda abertzale me transmitió que el fin de ETA sería para siempre, y así ha sido”. Y añade, después de considerar “prematuro abrir la agenda de la plurinacionalidad”, que “el final de ETA es uno de los pocos ejemplos de la solución pacífica de los conflictos de esta últimas décadas”. ¿Solución? ¿De qué conflicto?. Parece, por las 10 páginas dedicadas por GARA a la entrevista en su revista 7K, que EHBILDU está muy satisfecha con sus planteamientos y con los resultados.

 

¿Qué plantea hoy en día, en 2024, la dirección del PNV? Que España les reconozca como nación y sentirse cómodos, como CAV, en el Estado español. ¿Qué plantea EHBILDU? Respetar los actuales ámbitos administrativos, CAV, CFN y lo de Iparralde, es decir, exactamente lo mismo que el PNV. ¡Ah! Y también el reconocimiento nacional (¿la CAV nación, Egoalde nación, Euskal Herria nación…? ¿ Soberanía? Gradual, sin prisas y sin ansias. ¿ Resolución del conflicto? No va a ser de golpe… ¿ Presos, exiliados y refugiados? XARE, hoy mismo, pedía que se les aplique la ley, pero no su excarcelación ni repatriación. ¿Traicionan a alguien PNV y EHBILDU si hablan tan claro?

 

Begirale

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GEHIEN IRAKURRI

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