JUSTICIA COLONIAL, JUSTICIA PATRIARCAL, ¡JUSTICIA CRIMINAL!

Van a dejar libres a los cinco malhechores machistas miembros de la organización terrorista y criminal llamada “La Manada”, a los autores de la violación en grupo de los Sanfermines de 2016. Uno de ellos es militar, y el otro, guardia civil. El Tribunal de Alta Navarra ha aceptado la petición de la defensa: hasta que llegue la sentencia definitiva quedarán en libertad condicional.

No nos sorprendemos. Nos indignamos, sí, nos enfadamos, nos encolerizamos, nos alarmamos, nos sublevamos. Pero no nos coge de sorpresa, porque ésta es la justicia del Reino de España.  Dicen que es “independiente”, como lo son el Banco Central Europeo y la prensa burguesa, por supuesto. Independientes del control del Pueblo Trabajador, evidentemente, y totalmente al servicio de la burguesía. La justicia es un instrumento vital de este estado colonial, patriarcal y burgués. Son los perros y fieles servidores de la oligarquía fascista que masacró sin piedad a todos los Pueblos Trabajadores del Estado Español en los años 1934-1939. Llevamos más de 80 años soportando su dictadura de clase, y anteriormente también, pues siempre han sido dueños y señores de todo.

Con la sentencia contra los jóvenes de Altsasu hemos visto qué es la justicia colonial, y qué caro se paga el hacer frente a las constantes provocaciones, insultos, agresiones y opresiones de las fuerzas de ocupación españolas. Decir que fue una mera pelea de bar, despolitizar totalmente el asunto, criminalizar indirectamente al resto de presos políticos (“no es terrorismo”), no citar siquiera la ocupación militar de Euskal Herria, y el resto de blandenguerías reformistas no han servido de nada. La justicia de la Monarquía neo franquista de 1978 ha enseñado una vez más sus dientes. Han dejado claro de nuevo quién manda aquí, en esta Navarra conquistada, colonizada, ocupada y oprimida. Siguen mandando los mismo neo franquistas y neofascistas de siempre, ahora disfrazados de “demócratas” y “constitucionalistas”.

La respuesta popular ha sido admirable, como lo ha sido en el caso de los violadores de “La Manada” o en el de los jóvenes de Orereta. Pero esta es la pregunta: ¿Y ahora, qué? Tenemos que movilizarnos todas, claro, con uñas y dientes contra estas injusticias escandalosas. Pero tenemos que ir más lejos. No nos podemos quedar en superficialidades, e irnos a casa después de las manifestaciones, una vez más atomizadas, aisladas, solas.

Tenemos que tener muy claro que el Reino de España es un estado imperialista, y en la medida que lo es, capitalista, patriarcal, colonial, burgués, anti euskaldun. Es un instrumento de la dictadura de clase de la oligarquía españolista, en Euskal Herria y en los Países Catalanes, en Galicia y en Andalucía, en Castilla y en Canarias. El enemigo de todos los Pueblos Trabajadores. El enemigo de todas nosotras.

Tenemos que organizarnos y luchar contra esta justicia colonial, patriarcal y criminal, teniendo claro que es una justicia burguesa, y que mientras el Capitalismo esté vivo así será siempre, incluso en un más que hipotético estado vasco “digno”, capitalista e “independiente”. No nos engañemos...

La Revolución es el único camino. Aquí y en todos los rincones de este planeta. En nuestro caso, la Revolución Vasca. la Revolución Socialista Vasca. Como dijo Txabi Etxebarrieta hace 50 años: “En la lucha por el establecimiento del Socialismo en toda la tierra, ocupamos nosotros un puesto bien determinado: liquidar la fuerza de los estados capitalistas francés y español, incluidos ciertos capitalistas de apellido vasco que con ellos colaboran.” (El Primero de Mayo, 1967).

Nuestro feminismo es un feminismo de clase, el feminismo de las mujeres trabajadoras, el feminismo proletario. Para destruir de una vez por todas el Patriarcado, tenemos que destruir también la sociedad de clases que es su consecuencia siglo tras siglo, y su última evolución que es el capitalismo. hay que hacer una revolución integral y global. No podemos cortar las ramas machistas del capitalismo sin arrancar sus profundas raíces patriarcales. Los dos están íntimamente unidos desde hace más de 500 años. Debemos derrocarlos a la vez.

Debemos unificar la lucha feminista con el resto de las luchas obreras y populares, en contra de este estado colonial y patriarcal, imperialista y capitalista que nos oprime a todas.

Debemos estar atentas y acudir a todas las movilizaciones. Luchemos en todos los frentes, exigiendo la Amnistía para todas y todos los presos políticos vascos, también los de Altsasu, por supuesto; contra el TAV, junto con las obreras que luchan en los conflictos laborales por sus derechos, contra la constante violencia machista y patriarcal, contra la agresión imperialista en Siria, a favor de Palestina y contra el sionismo genocida... Todas juntas! Todas las luchas y todas nosotras!

De una en una, aisladas, cada una por su lado, no somos nada. Unifiquemos todas las movilizaciones, todas las luchas, todos los sueños... Y organicémonos de una vez para hacer la Revolución Vasca. ¡La Revolución Socialista Vasca!