El feminismo en la construcción de la “herritar batasuna”.

Herritar batasuna se define como un movimiento feminista, entendiendo el feminismo como filosofía política y movimiento social que se basa en la justicia y por la que tomamos conciencia de las discriminaciones, opresión, dominación y explotación que sufrimos por el simple hecho de ser mujeres en el seno del patriarcado y nos organizamos para acabar con ellas y, por lo tanto, cambiar la sociedad. Debemos recuperar la historia silenciada de las mujeres, su trabajo y su lucha durante siglos porque la historia ha sido escrita por quien tiene el poder, los hombres y ser conscientes de las mentiras en la que está construida nuestra historia, nuestra cultura, nuestra sociedad, nuestra economía y cada detalle cotidiano de nuestros gestos. Debemos reconocer el papel histórico de las mujeres en el mantenimiento de la identidad colectiva así como nuestras luchas históricas por hacerlo, habiendo sufrido cruentamente la represión de genero, clase e identidad.

El feminista no es un grupo aparte, sino que el feminismo está y debe estar integrado dentro de herritar batasuna, prestando atención en todo momento a las formas desde una perspectiva feminista y que no se quede solo en la teoría. La lucha por la liberación real de las mujeres tiene que ser de todas y todos, sin excepción. Es imprescindible la concienciación y educación, así como la formación en feminismo de todas y todos y para lograr el verdadero empoderamiento social y económico de las mujeres. Los hombres son conscientes de sus privilegios y deberán renunciar a ellos y romper con el silencio cómplice en todas las áreas. Poner en cuestión los hábitos propios, la identidad y la imagen que se tiene de las mujeres, así como su educación ancestral a dominarlas.

Cada persona tiene derecho a su propio cuerpo con todo lo que ello conlleva en cuanto a maternidad, sexualidad, aborto etc. y apoyamos sin excepción todas las luchas del LGTBI., partiendo de la realidad de que el feminismo es sinónimo de igualdad, y por lo tanto todas y todos somos personas con los mismos derechos. Desarrollaremos formaciones grupales que enseñen a los hombres a abandonar el silencio cómplice, sean críticos y aprendan a hacer de su propio espacio un espacio feminista. Porque… ¿Qué tiene en común un ingeniero, un médico, un obrero, un rico, un pobre, un negro, un blanco, un heterosexual, un homosexual, un hombre de izquierdas, uno de derechas…etc.? El machismo. Es transversal. Es realmente importante poner la lucha feminista como algo primordial y no solo como un colectivo cuando las mujeres somos más de la mitad de la población.

Tenemos la necesidad de luchar contra el doble rol que el Capital nos ha adjudicado: reproductivo, y repensar todo lo que va adjunto a ello: el trabajo domestico, de cuidados, sin valor económico ni autoestima, incluyendo la violencia que se ha recrudecido en la época actual (feminicidio). Ser conscientes de la estafa que supone cobrar menos que los hombres, que estamos infrarrepresentadas en política, que no tenemos poder real, que nos han robado nuestros derechos y debemos recuperarlos y vivir en igualdad y con dignidad y libertad con el fin de formar una sociedad mas justa. Acabar con el techo de cristal (a veces de acero) que impide a las mujeres acceder a los puestos de poder y responsabilidad. Que los seres humanos no seamos discriminados por razón de su sexo, que cada persona sea lo que quiera ser y viva como quiera vivir poseyendo los recursos necesarios para ello. Educar seres humanos dueños de su destino.

Tenemos que profundizar y definir bien nuestra propia identidad colectiva (en Euskal Herria) y reconocer el papel fundamental de las mujeres en esta lucha por su mantenimiento y/o recuperación. Esta Lucha es imprescindible para hacer frente al Capital y a su Poder. Construir los bienes comunes insertando el punto de vista de la mujer, al igual que en todos los demás campos.

Partimos de que luchamos contra un estado capitalista y patriarcal y que la violencia de género es solo la punta del iceberg de una violencia que es estructural. La violencia es el arma por excelencia del patriarcado. El poder ejerce una violencia instrumental que tiene como objetivo el control total. La violencia patriarcal no es una; sino un entramado de violencias en la que los gobiernos recortan en presupuestos de cuidados y vida (sanidad, dependencia, familia, educación) impulsando a las mujeres a que suplamos con nuestra entrega tanta carencia, recortan en igualdad, la justicia sigue siendo patriarcal y no se cumple, los medios de comunicación manipulan y cosifican y la sociedad no se implica. Ser mujer es factor de riesgo. Herritar Batasuna se compromete en la lucha contra todo tipo de desigualdad y discriminación por género o sexo y la lucha contra el machismo y su violencia deberá ser eje principal en nuestra lucha diaria, ya que está invisibilizada, legitimada y naturalizada.
Exigimos para la lucha contra la violencia machista que sea considerada crimen de lesa humanidad y tratada como tal. Que se desarrolle e implemente el Convenio de Estambul. Que toda la sociedad y sus organizaciones e instituciones se comprometan en esta lucha. Que la lucha y los recursos incluyan tanto la violencia que ejerce la pareja o ex pareja como las agresiones sexuales, el acoso sexual en el ámbito laboral, la trata humana con fines de explotación sexual/laboral de mujeres y niñas y niños y todas las violencias machistas. Exigimos un Plan de Acción contra la violencia sexual en todos los ámbitos (de pareja, familiar, laboral, escolar, en las calles, transportes y fiestas) con medidas de prevención y atención especializada. La desprotección de las mujeres agredidas es violencia institucional. Que se proteja de inmediato a cualquier mujer desde el momento de la denuncia, facilitando diferentes salidas que impliquen una verdadera recuperación vital, económica y social de ellas así como de sus hijos e hijas. Que la prevención sea una política prioritaria. Que todo el funcionariado sea formado en violencia machista. Que todas las sindicalistas y representantes laborales sean formadas y se comprometan a erradicar la violencia económica y de género en el mundo laboral. Que los medios de comunicación se comprometan a hacer tratamiento adecuado de las diferentes violencias machistas, visibilizándolas, evitando el sensacionalismo morboso en su tratamiento y utilizando un lenguaje no sexista. No nos morimos, NOS ASESINAN. Que se prohíba de una vez la cosificación de las mujeres en la televisión. La eliminación de la custodia compartida impuesta y el régimen de visitas de los menores a los maltratadores condenados. La retirada y no cesión de la patria potestad a los maltratadores. Un maltratador nunca puede ser un buen padre. La educación es fundamental para desactivar la masculinidad hegemónica tan hondamente arraigada en la sociedad patriarcal. Necesitamos políticas públicas de igualdad en las aulas.

La cantidad de dinero destinada a cubrir las necesidades que genera la violencia machista dx solo del 0,0001% de los gastos del proyecto de presupuestos del estado para el 2017, un 11% menos que en el 2011. 6,9 euros al año para cada mujer que sufre violencia machista.
Cada ocho horas una mujer es violada en el estado español, dos millones y medio sufren violencia sexual, unas 70 mujeres son asesinadas al año: feminicidio. Tomemos conciencia que el Machismo Mata. La sociedad tiene que dejar de ser indiferente ante esta sangría y empezar a luchar por cambiar esta situación insostenible. La lucha por nuestra libertad sexual y de nuestro propio cuerpo es imprescindible, así como la abolición de la prostitución, de la pornografía machista que destruye la idea de una sexualidad libre y plena, la eliminación de la custodia compartida impuesta, y contra la maternidad subrogada. Las mujeres no somos cosas ni contenedores.

Un movimiento que nace debe haber aprendido de errores antiguos y no volverlos a repetir. La izquierda ha relegado siempre la lucha feminista, aunque la clase obrera tomara el poder no quedaría resuelto el problema del machismo. La incorporación de las mujeres al trabajo fuera de casa abrió más escenarios de explotación no solo por la diferencia de salarios y puestos de poder, sino porque se triplicó su trabajo al seguir teniendo el de la casa, los hijxs y los cuidados de mayores. Los indicadores señalan la brecha salarial pero no hay indicadores de igualdad de cuántos hombres planchan la ropa de sus compañeras o cuidan de su madre.

Factores sociales, laborales y biológicos, diferenciados en función del sexo, justifican ampliamente la necesidad de incorporar la dimensión de género en la salud y muy especialmente en la evaluación y prevención de riesgos en la salud laboral. Es necesario un nuevo concepto de trabajo enfocado en una consideración de que todo trabajo es socialmente necesario y en su reparto entre toda la población en edad activa, y el desarrollo de políticas fiscales verdaderamente redistributivas.

Mientras vivamos en un sistema capitalista y, por lo tanto, patriarcal, las mujeres seguiremos siendo las mayores explotadas. Todo pequeño paso que se dé para ir cambiando poco a poco el sistema será un paso para la igualdad real. Muchas mujeres estamos en ese camino, lo que nos lleva a ser feministas, ahora falta que los hombres empiecen también a reflexionar sobre su “masculinidad”. Ese será el cambio que nos llevará a una sociedad más justa e igualitaria.

Por todo ello Herritar Batasuna tendrá como uno de sus ejes principales el feminismo.

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