IRAULTZA DA BIDE BAKARRA

Los principios organizativos de la Unidad Popular son los siguientes:

1. La Unidad Popular, además de partidos políticos y personas a título individual, la formaremos agentes plurales: asambleas de trabajadores, grupos feministas, sindicatos, grupos juveniles, organizaciones sociales y sectoriales…, tanto de ámbito nacional, como local y comarcal. Esta rica pluralidad se basa en el funcionamiento asambleario.

2. Todos los agentes citados participarán en los espacios de decisión de la Unidad Popular, en absoluta igualdad condiciones, potestad y derechos. Debemos evitar la sectorialización de los diferentes grupos en nuestra práctica diaria. Todas las organizaciones deberán participar en la decisión de todas las líneas tácticas y estratégicas importantes, al mismo tiempo que cada cual concede importancia a su lucha sectorial. Esta diversidad, lejos de suponer un obstáculo para la Herritar Batasuna, es fuente de riqueza. La multitud de dinámicas surgidas en los diferentes frentes de lucha, a modo de un dragón de muchas cabezas, le hacen más difícil el camino a la represión.

2. En todas las estructuras y responsabilidades colectivas de la Herritar Batasuna se garantizará la paridad entre mujeres y hombres. Para evitar la preponderancia de un género, y para lograr el equilibrio entre mujeres y hombres, se aplicará el cirterio de 60/40 %. Teniendo en cuenta que a consecuencia del patriarcado la participación y el protagonismo de las mujeres disminuye y se dificulta enormemente, haremos un trabajo permanente para aumentarlos y reforzarlos.

4. En el caso de las responsabilidades individuales, se utilizará el mismo criterio, siempre impulsando a todos los niveles el protagonismo, la autoestima y el empoderamiento de las mujeres.

5. La Unidad Popular es el espacio donde se deciden los acuerdos tácticos y estratégicos, a la vez que el lugar donde se dirimen los desacuerdos entre sus integrantes. La estructura de la Unidad Popular es poliédrica, por lo que sus relaciones y alianzas serán de ese tipo. Es decir, que las relaciones y redes de alianzas pueden extenderse mucho por parte de sus integrantes, pero siempre que no se vean comprometidas ni su integridad ni su línea estratégica.

6. Los espacios de decisión de la Unidad Popular serán las asambleas de pueblo/barrio, de comarca/merindad y nacional. En consecuencia, desaparecen los “herrialdes” como ámbitos organizativos y de decisión, siendo los pueblos/barrios y las comarcas/merindades las estructuras básicas con la máxima autonomía posible de funcionamiento. Las provincias, son estructuras surgidas a consecuencia de la conquista

7. La Unidad Popular tendrá Comisiones nacionales, y siempre estarán bajo el control y a las órdenes de la Asamblea Nacional.

8. La Unidad Popular se conduce a sí misma con la participación y concurso de todxs, y mediante funcionamiento asambleario. No existe una Dirección Nacional, sino una Coordinación Nacional. Idéntica forma de organización regirá en los pueblos, barrios y comarcas.

9. La caracterización estratégica de la Unidad Popular no impide su organización/participación, desde el punto de vista táctico, en otras formaciones y/o alianzas sociopolíticas: por ejemplo, en un supuesto frente soberanista, o en un hipotético frente popular en defensa de los derechos sociales.

10. En aras a ampliar el funcionamiento democrático y la masa crítica de la Unidad Popular, se potenciará y garantizará la formación y preparación de su militancia en todos los ámbitos de su estructura, y especialmente el punto de vista de clase feminista.. La lucha teórico-ideológica y la batalla de las ideas son fundamentales para nosotrxs.

11. La Unidad Popular, mediante la puesta en marcha de los principios/criterios hasta ahora señalados para su auto organización, rechazará aquellos otros que caracterizan a los partidos políticos clásicos favorables al sistema, y evitará especialmente el autoritarismo, el machismo, el sectarismo, la burocratización y el oscurantismo, convirtiéndose de esta manera en una herramienta para la confrontación contra a los Estados opresores Francia y España y el capital internacional monopolista, a la vez que construirá la unidad en la lucha emancipadora por la desconquista.

 

Este programa político liberador y revolucionario, se resume en la proclamación de la REPÚBLICA OBRERA SOCIALISTA VASCA DE NABARRA. En aras a conseguir la independencia de Nabarra, el Socialismo y el Feminismo de Euskal Herria, el Pueblo Vasco, organicemos entre todxs, desde ahora mismo, la Herritar Batasuna.