El 15 de agosto del año 778, en la primera batalla de Roncesvalles, las vasconas y vascones vencieron al emperador de los francos, Carlomagno. Lo mismo sucedió algunos años después, en los combates de los años 812 y 824. Como resultado de estas victorias, Euskal Herria, el Pueblo Vasco destruyó el terrible ejército de los francos, que era el brazo armado del principal imperialismo de la época, y de la Iglesia Católica de Roma, y consiguieron la independencia, creando el Reino de Pamplona. Fue un verdadero terremoto geopolítico en Europa occidental, por mucho que los enemigos de Euskal Herria, las fuerzas conquistadoras y ocupantes, nos quieran hacer creer lo contrario en sus historias y relatos oficiales.
Euskal Herria consiguió su libertad nacional por medio de estas victorias, un estado independiente, que más tarde se convirtió en el Reino de Nabarra. En el seno de esta estructura estatal, política, jurídica, cultural y territorial se desarrollaron durante siglos las luchas de clases entre vascas y vascos, hasta que a causa de la conquista progresiva y continuada perdimos nuestro estado nacional. En ningún momento idealizamos la situación de aquella época. Pero queremos celebrar y recordar el nacimiento de nuestra independencia, contra todos los conquistadores y ocupantes. Todos los Pueblos del mundo celebran el día de su independencia, porque aman la libertad. De la misma forma que hace cualquier nación que quiere seguir con vida, nosotras también queremos recuperar y fortalecer nuestra memoria histórica, poniendo en valor nuestros días nacionales. A pesar de que muchas veces hayan sido marginados por el paradigma abertzale actualmente hegemónico.
En la medida en que perdimos la independencia, las trabajadoras vascas tuvimos que sufrir, además del patriarcado y la explotación de clase, el etnocidio sistemático y la opresión nacional, que se ha prolongado violentamente hasta hoy en día. Aunque hayamos perdido una y otra vez innumerables batallas, no nos hemos rendido jamás en la lucha a favor de la libertad plena. Siglo tras siglo, con formas e instrumentos muy diferentes a lo largo de la Historia, las trabajadoras vascas hemos luchado contra los estados conquistadores, Francia y España, y contra las clases sociales explotadoras de nuestro propio país. Hoy en día también seguimos en la lucha, a favor de una Euskal Herria independiente, reunificada, socialista, euskaldun, feminista y ecologista, y en ese camino, por la Amnistia total para todas las presas y refugiadas políticas vascas. ¡A favor de los gudaris de ayer, hoy y mañana!
HERRITAR BATASUNA apoya los actos organizados por la Fundación Orreaga para este 15 de agosto, y llama a todas las independentistas a participar en ellos. Una marcha montañera partirá a las 10 de la mañana de Espinal, a las 12 en el mismo Roncesvalles se hará un homenaje a los muertos en la batalla, y a la una y media habrá un acto político en el alto de Ibañeta.
A continuación, HERRITAR BATASUNA realizará un sencillo acto allí mismo, exponiendo la lectura y valoración política que hacemos de la victoria en la batalla de Roncesvalles. Estos serán los mensajes principales del comunicado:
Pasan los siglos, y el agua sigue su camino. El principal imperialismo en la época de la batalla de Roncesvalles era el de Carlomagno. El principal imperialismo de hoy en día está dirigido y hegemonizado por los Estados Unidos. Se oyen ruidos amenazadores de guerra en todo el planeta, desde Corea del Norte hasta Venezuela, sin olvidar las intervenciones imperialistas en Siria, Yemen, Libia, Irak, Afganistán, Ucrania, Centroáfrica, Pakistán, Sudán. Somalia, Nigeria, Congo...
Imperialismo, patriarcado, explotación de clase, etnocidio: ha habido cambios enormes en los últimos 1239 años, pero los ejes de la opresión no han variado absolutamente nada. El 15 de agosto de 1936 murió en la guerra contra el fascismo español el primer gudari de ANV, el montañero Restituto Terán. Que el hecho de mencionar aquí su nombre sea un homenaje para todas las gudaris vascas muertas en combate a los largo de los siglos. ¡La lucha continúa! Por eso proclamamos la enorme actualidad de la victoria en la batalla de Roncesvalles. Las vascas y vascos de la época supieron unirse y organizarse para luchar contra los imperialistas y opresores francos, y para conseguir la independencia. ¡Consiguieron la victoria! ¡Nosotras también la conseguiremos algún día, no tan lejano!
Tenemos que hacer lo mismo en la Euskal Herria de hoy en día, no solamente para RECUPERAR la independencia, sino para conseguir la libertad a todos los niveles. La conquista continuada nos ha traído a esta situación de subordinación, y solamente la INDEPENDENCIA de la NAVARRA ENTERA, junto con la salida del capitalismo y el patriarcado, podrán abrir las puertas de la libertad plena al Pueblo Trabajador Vasco. La DESCONQUISTA contra los estados conquistadores, en su amplitud y profundidad, y dentro de ella especialmente, la liberación de la dinámica de la mercancía y de la propiedad y dominación de los hombres sobre las mujeres, nos traerá la libertad y la emancipación en todos los ámbitos: estatal y nacional, social y económico, de clase y género, individual y colectivo, cultural y lingüístico. Eso es la AUTODETERMINACIÓN, entendida como proceso global e integral de emancipación del Pueblo Trabajador Vasco. Sólo entonces seremos gentes libres en una sociedad libre.
Hemos perdido innumerables batallas a lo largo de la Historia, pero jamás nos hemos rendido. ¡Tampoco esta vez cederemos, hasta conseguir la libertad plena!
Por eso creemos que el 15 de agosto se debe convertir paulatinamente en el DÍA DE LA INDEPENDENCIA, en el día nacional de todas las vascas, y trabajaremos a favor de este objetivo en los próximos años.
¡A favor de la independencia de Nabarra, y del socialismo en Euskal Herria, el 15 de agosto, todas y todos a Roncesvalles!