Un excelente artículo de opinión publicado recientemente en nuestra web nos advierte sobre la ofensiva españolista ("visitas" del jefe de estado español, equipos españoles que compiten en instalaciones deportivas en el sur de Euskal Herria, presencia del ejército español) que se está desarrollando delante de nuestros ojos:
La actual ofensiva españolista o la fase actual de la
conquista progresiva y permanente de Navarra
Un excelente artículo de opinión publicado recientemente en nuestra web nos advierte sobre la ofensiva españolista ("visitas" del jefe de estado español, equipos españoles que compiten en instalaciones deportivas en el sur de Euskal Herria, presencia del ejército español) que se está desarrollando delante de nuestros ojos:
Con el pretexto de la normalidad y la convivencia, en este contexto en el que vivimos hoy, el Estado español está bajo ataque, para que los gentes del sur de Euskal Herria acepten plenamente la identidad española
En el mencionado artículo se nos describe, básicamente, lo que en nuestro texto aceptado llamamos "conquista progresiva y permanente". De hecho, desde un punto de vista jurídico-político estricto, el proceso de conquista, la subyugación y reparto de nuestro país bajo los estados opresores de Francia y España, comenzó en la Edad Media y terminó en 1620.
Tomando una perspectiva social y histórica más amplia, se puede decir que la conquista no ha terminado. Pero una cosa es que un estado se apodere de un territorio, establezca su política, ejército, policía, etc., y otra diferente, estabilizar y legitimar ese control. Lo cual presupone la destrucción de toda resistencia por parte del pueblo conquistado. Lo que se hace combinando palo y una zanahoria. Esto es, mostrar el poder del estado, para quitarle al pueblo oprimido toda esperanza de recuperar su libertad nacional y, por otro lado, mostrar las "ventajas" de ser español (o francés). En esto consiste lo que llamamos conquista progresiva y permanente.
La naturaleza de la conquista, por supuesto, ha cambiado a lo largo de la historia. Ya que este proceso se ha desarrollado a lo largo de varios períodos históricos diferentes. Comenzó cuando dominaba el llamado modo de producción feudal. Se culminó desde el punto de vista político-júridico, en cuanto que Navarra dejó de ser el estado vasco independiente, bajo el capitalismo comercial. Los últimos residuos de independencia perdida (ejército, capacidad de emitir moneda, legislación propia, etc.) se eliminaron durante el capitalismo industrial. Convirtiendose esos residuos en, el mejor de los casos, en competencias autonómicas. Finalmente, en tiempos del imperialismo, han aumentado, por un lado, el esfuerzo de los estados opresores para destruir por completo nuestra identidad nacional y por otro, nuestra resistencia frente a ello. Lo que debe entenderse, seamos claros, como una tendencia histórica no como algo que sucede en todo momento.
Cada período histórico, por lo tanto, ha dado forma a la conquista. Lo contrario sin embargo también es cierto. La legitimación de un estado particular es también la de una cierta forma de dominación de clase. De hecho, el estado es, sobre todo, la herramienta de una determinada alianza de las clases explotadoras, de un bloque de clases dominantes, una para aplastar a las clases explotadas, digan lo que quieran los ideólogos reformistas post-modernos. En definitiva, el establecimiento de la autoridad de un estado en un determinado territorio es subordinar al pueblo trabajador que allí vive a la dictadura de las clases explotadoras. Mas aún, si esto es hecho mediante una conquista manu militari. Como es el caso de Navarra, el de Euskal Herria.
En la era del capitalismo la conquista ha devenido Herria en Euskal en la forma histórica concreta de la dictadura de clase de la burguesia. Lo que supone que los estados opresores (los conquistadores) deban mostrar repetidamente su fuerza en todas las áreas (militar, cultural, económica ...). Pues esas manifestaciones constituyen la conquista permanente y progresiva, que se ha agudizado últimamente en el sur de nuestro país, en multiples formas. Veamos algunas de ellas:
Traer selecciones españoles para competir en nuestra tierre. Con un doble propósito: vender, por un lado, la igualdad España = deporte de elite y, por otro, los beneficios que tales competiciones traen a “nuestra” economía. Dado el gran negocio que es actualmente el deporte espectaculo. Para integrarnos, en definitiva, en España y en la lógica del capital.
Las intrusiones del jefe del estado español para normalizar nuestra dependencia nacional y la aceptación sumisa del orden social, del capitalismo. Así, en la última de estas, los medios de propaganda destacaron por la normalidad institucional y la excusa de la visita fue entregar una medalla de la Confederación de Empresarios de Navarra. Es decir, ensalzar el llamado "emprendimiento", para reforzar la ideología capitalista.
Y finalmente, tenemos las apariciones del ejército español. Aquí es donde la demostración de fuerza, como las amenazas del general fascista Mola de la guerra, combinada con la tecnología "atractiva", el poder, etc.
Ante esta continua conquista, la lucha de los trabajadores, nuestra lucha por la liberación total, toma la forma de de conquista de toda Navarra o utilizando la formulación de la Izquierda Abertzale Histórica podemos decir que la lucha de clases toma la forma de una lucha de liberación nacional. Lo supone que existea un Movimiento Socialista Revolucionario para la Liberación Nacional.
Este movimiento no sólo es la única esperanza que podemos superar de esta desafortunada conquista. También tenemos, a corto plazo, la única herramienta con la que podemos socavar esta conquista continua y progresiva. De modo análogo a cómo el viejo MLNV logró evitar que los equipos españoles compitan en nuestro territorio, condiciónar de las intrusiones Monárquicas, etc.
Sin embargo, incluso si el Movimiento Socialista Revolucionario para la Liberación Nacional aún no se ha reconstruido, no podemos esperar a que esta construcción responda a la conquista diaria o, de hecho, a la agresión española (o, según sea el caso, frenética). Además, esta respuesta, junto con otras once luchas populares, puede ser un paso clave en el proceso de construcción.
Por lo tanto, para finalizar, nos gustaría mostrar nuestro apoyo a cualquier iniciativa popular que se presente en respuesta a la embestida (en los deportes y en cualquier otro campo) así como nuestra disposición a colaborar con ella.
Herritar Batasuna