Nos hemos reunido un año más aquí, en Roncesvalles, para recordar que nuestros antepasados ganaron la independencia en estas montañas. De hecho, hace ya unos años que este día lo consideramos nuestro día de independencia, por su profunda significación histórica.
Llamamiento a la participación en los actos de Orreaga 2022
Nos hemos reunido un año más aquí, en Roncesvalles, para recordar que nuestros antepasados ganaron la independencia en estas montañas. De hecho, hace ya unos años que este día lo consideramos nuestro día de independencia, por su profunda significación histórica.
Es lógico, pues, que el 15 de agosto nos reunamos en Roncesvalles para recordar que una vez este pueblo ganó su independencia aquí. Precisamente para mantener viva nuestra memoria histórica y que ésta sea una inspiración para futuras luchas.
Creemos, sin embargo, que el día actual debe ser también una jornada de reflexión sobre la situación de la lucha independentista. Y el punto de partida de esta reflexión debe ser el reconocimiento de nuestra debilidad sociopolítica. Nuestra prioridad debe ser, por tanto, superar esta situación de debilidad. Y el primer paso para ello es acertar en nuestra estrategia independentista.
Es cierto que no somos el primer agente político que ha puesto esa necesidad sobre la mesa. Sin embargo, todavía no ha habido avances en la estrategia ni en el debate sobre la misma. Es decir, la pregunta sigue planteada. Por otra parte, la principal forma de responder a esta pregunta en los últimos años ha sido buscando complicidades en Estados Unidos y en la Unión Europea. Es decir, buscar la solución dentro del imperialismo.
Sin embargo, en este momento tenemos datos suficientes para pensar que este camino es absolutamente estéril. La experiencia del Procés de Catalunya no es, en absoluto, un detalle baladí. Y no es este el único dato. Además, es imperialismo, ante todo, garantizar que unas pocas burguesías nacionales monopolistas se apoderan de la mayor parte de la riqueza mundial. Lo que supone tener a los demás pueblos y estados a su merced. Lo que sería muy difícil en la actualidad, si se rompe o se debilita la alianza imperialista liderada por los Estados Unidos. Por eso los estados imperialistas en general y su líder, Estados Unidos, no tienen interés en tolerar y, mucho menos, apoyar ningún proceso independentista que afecte a socios leales como lo son el estado francés y español.
Parece, pues, que el hipotético proceso independentista vasco será contrario al imperialismo o no será. El imperialismo, sin embargo, está en una profunda crisis, tanto económica como política, y en esta última tiene abiertos bastantes frentes, algunos de ellos contra estados poderosos (China, Rusia,...). Aquí están nuestra opción y posibles aliados. Aquí está, en nuestra opinión, la base de una estrategia independentista para el siglo XXI.
Herritar Batasuna